El Centro Tecnológico de Miranda de Ebro afronta un momento señalado para su trayectoria. Su director, Juan José García, reconoce que tras un 2023 sin prácticamente crecimiento en su facturación, «para el 2024 somos optimistas y pensamos que va a ser muy buen año», afirma. Su previsión pasa por incrementar sus cifras un 20%, aunque la tendencia al alza también se notará en sus instalaciones, porque acaban de adquirir una nave contigua en el Polígono de Bayas y además esperan sumar «hasta cinco personas» a su organigrama.Con todo esto, García resume sobre su horizonte próximo que «creceremos en plantilla, en superficie y sobre todo a nivel de proyectos con varios muy importantes para nosotros». 

La parte más visible de la evolución estará en su nueva instalación, tras diez años desde su última ampliación. «Hemos comprado la nave de al lado», confirma García, que prefiere guardarse la inversión, pero que reconoce que así «podremos dar respuesta a varios retos que tenemos sobre la mesa». Con la adquisición, ganarán 700 metros cuadrados de nave y poco más de 300 para oficinas.«En un mes o menos esperamos meter equipamiento y arrancar», detalla el director, quien añade que dentro de su planificación para 2024 contemplan sumar personal en varios departamentos, para completar una plantilla formada actualmente por 49 trabajadores. Más allá de la previsión, García advierte de los problemas para captar personal en ciertos puestos, lo que puede complicar este deseo.

Respecto al cierre de 2023, el responsable del CTME matiza que «ha sido un buen año, pero también complicado», por el retraso en algunas convocatorias. Por eso, el crecimiento quedó en el 2% con una facturación de casi 3,5 millones, «pero en el presupuesto para 2024 nos vamos a 4.142.000 euros», puntualiza. En estas cifras, al margen de lo que entra en las arcas por los proyectos de investigación financiados por las administraciones públicas, el encargado del centro recalca que «seguimos trabajando con empresas y nuestros laboratorios siguen siendo nuestra alma mater».

En este sentido, el director indica que los grandes programas de innovación en los que se enmarcan junto a otros organismos aportan a las cuentas, «pero sobre todo es una cuestión de posicionamiento», y con esta premisa en 2024 esperan dar un salto hacia delante.

Grandes retos. El primer proyecto que resalta García está pendiente del trámite final y pertenece a una convocatoria Horizon de la Unión Europea, que aporta casi siete millones de euros de los que 552.875 euros se gestionarían desde la ciudad. «Está pendiente de firma del Grant Agreement», puntualiza el director, quien explica que si finalmente el contrato se rubrica, el CTME empezará en verano a «desarrollar un material biodegradable capaz de ir liberando fertilizantes y biocidas, de tal manera que el cultivo no necesita tanto abono», aclara, al tiempo que destaca que el consorcio está liderado por la Universidad de León.

El otro proyecto destacable está concedido «tras una resolución provisional», y en este caso está financiado a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) dependiente del Ministerio de Ciencia, y también recibe fondos Next Generation de la UE. Su presupuesto global roza los 3,5 millones de euros y el CTME gestionará 619.000 euros. Este programa de investigación profundizará en los recubrimientos y desde Miranda estudiarán el plasma, pero García resalta que «la importancia para nosotros está en que hayamos entrado dentro de esta red de centros tecnológicos de excelencia», que ya estaba formada por otras entidades de País Vasco, Asturias y Navarra.