Pese a que en los últimos meses los servicios económicos del Ayuntamiento han generado sobre todo sobresaltos, especialmente teniendo en cuenta que hace más de un lustro que la Corporación no aprueba en tiempo y forma un presupuesto y que en estos momentos está funcionado con las cuentas de 2006 prorrogadas, hay que reconocer que las arcas municipales son buenas pagadoras. Algo que se ha hecho más que evidente cuando, al estudiar las deudas que el Consistorio tiene con proveedores exteriores para ver si es necesario acudir al plan de pago promovido por el Gobierno central, se ha constatado que ‘solo’ se adeudan algo más de 140.000 euros. «Una cantidad muy pequeña, teniendo en cuenta que se maneja un presupuesto de 27 millones de euros», señaló Ángel Calvo, concejal de Hacienda, recordando que supone poco más del 0,5% del montante global que se maneja y que se corresponden, de forma mayoritaria, con pequeñas facturas remitidas por empresas que han suministrado algún producto al Consistorio.
El hecho de tener unas obligaciones tan exiguas con los proveedores ha hecho que el equipo de gobierno descarte recurrir al Plan de Pago a Proveedores del Ejecutivo de Rajoy para saldar las deudas de los más de 8.000 ayuntamientos del país, y que se calcula que podría alcanzar los 50.000 millones de euros. «No vamos a entrar en el reparto de fondos ni en ninguno de los mecanismos que se prevén», recalcó Calvo, quien explicó que aunque se van a derivar al Ministerio de Hacienda las facturas no se solicitará el plan financiero previsto ni el respaldo del Erario público para abonarlas.
La intención del equipo de gobierno es llevar estos compromisos de pago a pleno lo antes posible para que sea aprobado como reconocimiento de deuda. De esta manera, se abrirá la puerta a una loquidación casi inmediata, «si es posible, antes de que finalice este mes de marzo».
Eficacia de Intervención
De hecho, explicó Calvo, la buena situación económica municipal en este aspecto obedece al funcionamiento de las secciones encargadas de ella, especialmente Intervención, que permite que los pagos se realicen normalmente antes de 50 días. No obstante, reconoció el concejal, en ocasiones esto no es posible al acumularse algunas demoras en la tramitación de las facturas en los propios departamentos y concejalías que las reciben.
El responsable de las arcas municipales no pudo evitar recordar que esta política permite que el Ayuntamiento de la capital ribereña sea uno de los más saneados de toda la provincia de Burgos y, probablemente, se encuentre también en puestos de cabeza a nivel nacional. Máxime si se compara con la situación de los otros dos principales municipios burgaleses, la capital reconoce una deuda de 56 millones de euros y Miranda de Ebro, otros seis millones.