Garoña usará un robot para identificar el material radiactivo

A.C. / Garoña
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Con la inversión de 805.000 euros Enresa busca localizar la mayor cantidad de espacios sin contaminar para reducir los envíos a El Cabril y evitar riesgos a los trabajadores del desmantelamiento

El edificio de contención de Garoña reúne gran cantidad de material contaminado. - Foto: Valdivielso

Siguiendo con la cultura de seguridad de los trabajadores que ya prevalecía en la central nuclear de Santa María de Garoña cuando la gestionaba Nuclenor y con la vista puesta en minimizar al máximo los envíos de material contaminado por radioactividad al único almacenamiento nacional ubicado en El Cabril (Córdoba), Enresa va a hacerse con un robot autónomo con capacidades avanzadas de locomoción que realizará de manera automática medidas de caracterización de materiales, paramentos y suelos. Clasificará con precisión qué está o no contaminado por la radiactividad y en qué medida.

El robot, que llegará a Garoña la próxima primavera en piezas que tres técnicos tardarán siete días en montar, será utilizado en interiores y exteriores y contará con un brazo telescópico sobre su propio cuerpo en el que se acoplarán los equipos de medida espectométricos y no espectométricos. Enresa ha cifrado en 665.676 euros su coste, pero hay que añadirle el gasto del transporte, la configuración y puesta en marcha ya en la central, así como la formación del personal que lo manejará, lo que eleva el desembolso total a 805.400 euros.

Con esta adquisición se busca optimizar el espacio utilizado en el almacenamiento de El Cabril y desclasificar la mayor cantidad posible de material para que solo quede sin tratamiento y almacenado de por vida aquel que realmente tenga una contaminación radiactiva mayor que la del fondo natural de la Tierra. Así, en la memoria que justifica la compra del robot Enresa sostiene que «mediante el uso de estos equipos de gran capacidad de detección se puede confirmar la desclasificación de los materiales con un contenido residual mínimo». Además, este contenido mínimo podría incluso desaparecer con métodos pioneros de descontaminación química y mecánica que se pretenden aplicar a materiales con muy baja actividad radiactiva de Garoña, como avanzó la directora del proyecto de desmantelamiento, Esther García Tapias.

El equipo tendrá una autonomía de 40 minutos con cada recarga y será capaz de subir o bajar escaleras en tramos rectos. El robot estará programado para dirigirse automáticamente a las localizaciones que se planifiquen e iniciar su actividad para tomar medidas de contaminación de forma autónoma.

Prevención. A la vez, evitará a muchos trabajadores entrar en contacto con material radiactivo y adquirir dosis de contaminación con el riesgo que ello conlleva para la salud. Con la vista puesta en evitar riesgos laborales, Enresa también habilitará un simulador de factores humanos, donde los trabajadores ensayarán procesos con el fin de reducir los accidentes.  Acaba de ser adjudicado a la empresa Tecnatom por 160.500 euros.