La BU-825 llegó a ser conocida como la peor carretera de la provincia de Burgos. Los alcaldes de Barbadillo de Herreros, Monterrubio de la Demanda, Pineda y Riocavado de la Sierra denunciaron su estado debido a que el asfalto cada vez estaba más deteriorado y que resultaba muy difícil circular. En la primavera de 2023 se realizó una operación de asfaltado de 14 kilómetros que sirvió como parche, aunque no solventó todos los problemas de seguridad vial.
Hoy se ha presentado la consolidación de urgencia -por el peligro que suponía- de un muro -por 180.000 euros- que se derrumbó por las nieves y lluvias. El director general de Carreteras e Infraestructuras de la Junta, Jesús Puerta, ha visitado la zona y ha confirmado que este mismo verano comenzarán las obras para acabar de adecentar esta carretera con 2,1 millones.
En estos momentos está pendiente de adjudicarse esta obra -que consistirá fundamentalmente en una mejora de la seguridad vial- para la BU-825, a lo largo de sus 28,3 kilómetros. El plazo es de 18 meses. Además, según ha asegurado Puerta a este periódico, la reforma de la carretera que une los dos municipios más grandes de Odra-Pisuerga, Melgar de Fernamental y Villadiego, tendrá esos mismos plazos al licitarse al mismo tiempo.
Por otro lado, se recordó que la Consejería de Movilidad y Transformación Digital iniciará también en el segundo trimestre del año las obras de la variante de Salas de los Infantes por valor de 9,8 millones de euros con un plazo de ejecución de 36 meses.