Había cierto temor de que en la prueba de oficios, una de las últimas de las oposiciones de Bomberos, cayeran más de un candidato. Pero en el parque reconocen que no esperaban tantos. Porque de los 19 aspirantes que aún quedaban en liza, suspendieron seis en estos exámenes prácticos de habilidad. Eso quiere decir que, pase lo que pase en los dos escalones que restan para concluir la convocatoria, las vacantes convocadas no se van a cubrir, lo que mantendrá la plantilla muy mermada. Los resultados han abierto, además, un debate entre los funcionarios del servicio sobre si las oposiciones se plantean excesivamente difíciles y eso complica el acceso de muchos aspirantes.
La última prueba celebrada, la de los oficios, es un ejercicio en el que los opositores ponen en práctica sus habilidades en albañilería, cerrajería o electricidad. Tradicionalmente solía caer alguno de los aspirantes, pues aquí los nervios siempre juegan malas pasadas. Sin embargo, no esperaban que seis de los candidatos se cayeran de la carrera. Los mismos que en las físicas, que suelen ser las más temidas.
Los dos primeros ejercicios, íntegramente teóricos, ya fueron demoledores para los más de 170 candidatos que se presentaron a mediados de septiembre. En el test de cien preguntas sobre ordenanzas municipales, legislación autonómica y trabajo de los Bomberos, dejó en la carrera a sólo 66. El segundo, el de problemas de aritmética, matemáticas, geometría y callejero de la ciudad, 'tumbó' a otras 41 personas.
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