Luis Miguel Ramis considera el enfrentamiento de mañana ante el Almería (20.30 horas) un reto para sus jugadores, sobre todo nivel defensivo. Cree que su equipo debe hacer un partido "redondo" frente a un rival de enorme calidad individual y mucha "precisión" en ataque. Asegura que el Burgos tiene que rozar la "excelencia" frente a un adversario que "en el último tercio del campo falla muy poco, es muy efectivo". "Hay que ser contundentes", reitera Ramis, que habla de la irregular trayectoria de un Almería formado para subir a Primera División. "No hace falta hablar de su plantilla. La Segunda División no es fácil y ellos han ido ganando en rendimiento colectivo. Han crecido y su objetivo es claro."
El técnico destaca la relativa tranquilidad que han dado las tres victorias consecutivas pero lanza un claro aviso: "En dos jornadas puede cambiar todo. No tenemos un gran margen y si fallamos lo pagaremos. El equipo siempre ha estado responsabilizado aunque es claro que cuando ganas siempre hay más optimismo". Ramis ve capaz a su equipo de mejorar el nivel de juego y manejar diferentes "situaciones del partido" y ha destacado el papel que puede jugar la afición, "que aprieta mucho y la necesitamos".
En el capítulo de bajas, el entrenador no podrá contar con los sancionados Borja Sánchez y Edu Espiau; los lesionados Elady y Appin; y Rubén Quintanilla, cedido por el Almería.