Pradoluengo no se resigna a perder la esencia de lo que desde el siglo XIX fue su principal actividad económica, la industria textil. Durante décadas, desde el Ayuntamiento se trabajó en la idea de aglutinar ese patrimonio etnográfico en torno a un museo que no acaba de cuajar, aunque no se descarta. Ahora, en la villa planea otro proyecto para convertirse en un referente de la investigación textil sostenible.  

De momento no hay nada tangible, pero lo cierto es que aprovechando la celebración los días 24 y 25 de marzo del Encuentro Industria Textil Sostenible, se debatirá sobre la posibilidad de crear un centro tecnológico de investigación de fibra textil sostenible. 

Ese fin de semana, según el programa de las jornadas se trabajará con distintos agentes, empresas. emprendedores y técnicos de instituciones en la elaboración de un diseño  de  protocolo para avanzar en la posible puesta en marcha de ese proyecto. Nadie quiere, de momento, echar las campanas al vuelo y se habla de «una idea» que hay que madurar e ir paso a paso. El encuentro textil puede considerarse un punto de partida, pero habrá que esperar las conclusiones del mismo y a partir de ahí ver la viabilidad o no del centro de investigación e innovación, se explica con prudencia desde la localidad.

Lo que sí es una realidad es la celebración de las jornadas, organizadas por el grupo de acción local Agalsa, el Ayuntamiento y Rural Citizen, una iniciativa impulsada por la cooperativa BikoConsulting que participa en diversos proyectos en red que tienen como objetivo lograr un impacto transformador hacia un modelo social, económico y medioambiental «al servicio de las personas y el planeta». Además, Rural Citizen trabaja en proyectos vinculados a la innovación, la sostenibilidad y la participación ciudadana como el propio encuentro de Pradoluengo. En este se analizará el presente y el futuro de la moda, los cambios en el sector, el emprendimiento y los nuevos retos vinculados a la sostenibidad.

Durante los dos días que dura el evento se desarrollarán charlas, mesas redonda, talleres a cargo de profesionales relacionados con el sector, pasarelas y visitas al patrimonio de la villa y a las empresas ubicadas en la localidad, que aún permiten a varias familias mantener esa actividad en el entorno rural, así como a la única tienda de venta de calcetines local.

Así, el viernes 24 se hablará de los objetivos de desarrollo sostenible aplicados a los entornos rurales y la moda, con una conferencia a cargo de Javier Goikoetxea, socio cofundador de Biko, y de las oportunidades del territorio y empresas del sector. Igualmente, el mismo viernes se desarrollará una mesa redonda en la que participarán  profesionales vinculados a la industria, como Carol Blázquez, de la empresa Ecoalf que trabaja en moda sostenible con materiales reciclados del mar; Eduardo Sánchez, director de la escuela de moda IED de Madrid; Paula Cristóbal, directora de Sepiia, compañía que diseña camisetas sostenibles, y Mónica Calderón, miembro de la junta directiva de Amse, empresa de moda igualmente sostenible.

La jornada matinal se cerrará precisamente con la lectura de la declaración para la creación del centro tecnológico de investigación de fibra textil sostenible, que se completará por la tarde con el debate en torno a la colaboración y propuestas de diseño de un prototipo del mismo,  abierto a empresas y personas de la zona, emprendedores, que puedan ver una oportunidad de quedarse en la comarca, agentes del territorio y técnicos. 

La jornada del sábado se desarrollará en el espacio coworking y se centrará en entrevistas a empresas textiles y organizaciones de la zona que se emitirá por el canal Youtube de Rural Citizen.