Entre unas cosas y otras hacía ya casi una década que Claudia no pasaba más de un mes de vacaciones ni en Burgos ni en su pueblo, Condado de Valdivielso. Tras el bachillerato se marchó a Madrid a hacer un grado de Relaciones Internacionales, uno de cuyos cursos hizo en Buenos Aires. La capital argentina le gustó tanto que la eligió para instalarse mientras seguía en la universidad de allí un máster sobre políticas de género. Disfrutó mucho de aquel país esta joven, lo recorrió de punta a punta y creó un espacio, Cultural Madreselva, donde junto con su pareja, fomentó talleres artísticos, cursos de música, cine o tertulias, en los bajos del mismo edificio en el que vivían. Pero nunca dejó de pensar en volver.
«Quería hacerlo para probar suerte y, de momento, estoy muy contenta porque aquí se vive muy bien. Buenos Aires es increíble con una oferta cultural y artística brutal, pero en Burgos, donde me he encontrado una actividad también muy interesante desde ese punto de vista, puedo ir de un sitio a otro en bicicleta y en Condado, tomar el vermú, una experiencia que intenté exportar allí», explica, entre risas.
Llevaba de vuelta apenas unos días cuando su madre le contó que había escuchado en la radio una noticia según la cual la Junta de Castilla y León ofrecía ayudas a personas de la comunidad autónoma que hubieran regresado o pensaran en hacerlo. Así que no lo dudó y presentó su candidatura. La respuesta fue positiva y ha recibido 4.200 euros que le están sirviendo de colchón mientras saca adelante sus dos proyectos como autónoma que, de momento están yendo muy bien. Por un lado, es profesora, tanto en su propia casa como a domicilio, de canto, de violín y de ukelele, un instrumento que se ha puesto muy de moda, entre otras cosas porque ha empezado a sustituir en los colegios a la flauta dulce para introducir a los más peques en la música, y, por otro, está impulsando una actividad a medio camino entre el disfrute de la naturaleza y el autocuidado.
En su pueblo -vive a caballo entre Condado y Burgos- y junto a una tía suya ha empezado a realizar retiros de yoga que anuncian a través de las redes sociales, y otras actividades vinculadas a la meditación o el senderismo. «Burgos me da, sobre todo, calidad de vida y me encanta haber regresado», insiste la joven, una de las doce personas que han vuelto a la provincia ayudados por el programa Pasaporte de Vuelta impulsado por el Gobierno regional. En total, en 2024 se han beneficiado 8 mujeres y 4 hombres que ya están en Burgos procedentes tanto de dentro de España -de las comunidades autónomas de Madrid, País Vasco y Galicia- como de fuera: Francia, Irlanda, Rumanía, México, Alemania, Reino Unido y Argentina. Esta provincia es una de las que menos emigrantes ha traído de vuelta; en el conjunto de la comunidad autónoma se han beneficiado 210 personas: 50 han retornado a Valladolid, 36 a León, 36 a Zamora, 32 a Salamanca, 18 a Palencia, 15 a Segovia, 6 a Ávila y 5 a Soria.
Pasaporte de Vuelta incluyó el año pasado por primera vez dos convocatorias anteriores -una prevista para el retorno desde el extranjero y otra, para el procedente desde otras comunidades autónomas- en una sola. La intención la Consejería de la Presidencia, de la que depende, ha sido «facilitar la presentación de solicitudes y su evaluación administrativa, así como aprovechar de mejor manera el presupuesto destinado a estas ayudas», un total de 741.100 euros.
Contra la despoblación. Las ayudas han oscilado entre 2.500 euros y 5.500 euros como máximo, en función de parámetros como que el lugar del retorno se encuentre dentro del medio rural, que el beneficiario sea menor de 35 años, o que tenga hijos o personas a su cargo, circunstancias que favorecen la financiación. El consejero de Presidencia, Luis Miguel González Gago, explicó que se priman estas circunstancias para «contribuir a dinamizar las zonas más despobladas de Castilla y León, favoreciendo la aparición de nueva actividad económica y el establecimiento de nuevas familias jóvenes, con las consecuencias positivas que ello tiene para el rejuvenecimiento del medio rural, así como para el incremento de la población y de la natalidad en las zonas que más lo necesitan».