Burgos mueve 60.000 camiones para liderar en comercio exterior

G. ARCE / Burgos
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Las tres cuartas partes de lo que se vendió a otros países durante 2024 se transportó por carretera hacia Francia y Portugal, otra cuarta parte por los puertos marítimos y apenas un 2% con el ferrocarril

El tráfico de camiones es intenso en toda la red de carreteras provincial. - Foto: Luis López Araico

El sector exterior, la evolución de las exportaciones e importaciones, ha sido uno de los grandes motores de la economía burgalesa durante el año 2024 junto con la agricultura y el turismo. Son más de 6.600 millones de euros los gestionados por la empresa local con casi todas las economías del globo terráqueo, lo que sitúa a la provincia en registros históricos y ha permitido crecer a su economía por encima de la media nacional. 

Los tráficos de venta o de compra de mercancías han sido extraordinarios en los últimos 12 meses. Se han movido más de 3,2 millones de toneladas de productos de todo tipo, volumen o estado y en esa dinámica han sido estratégicas la red de carreteras y la actividad de los transportistas al volante. 

En torno al 75% del comercio exterior de un año se transporta a destino en  más de 60.000 camiones, un 25% ha salido o entrado desde los puertos marítimos estratégicos de la Península y apenas un 2% ha partido o llegado por ferrocarril. El transporte aéreo existe, pero sus cifras son testimoniales.

Burgos exporta 1.504.849 toneladas.Burgos exporta 1.504.849 toneladas. - Foto: Fuente: Ministerio de Comercio, Economía y Empresa

Los balances del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa muestran que el pasado año se exportaron 1,5 millones de toneladas de productos desde Burgos. La mayor parte (1,1 millones) salió en camión teniendo como principales destinos los países vecinos de Francia y Portugal, así como Alemania. 

Así, por lógica, las principales vías del comercio exterior transcurren por la AP-1, en dirección hacia la frontera francesa, y por la  A-62, la autovía de Valladolid camino de la frontera portuguesa. 

Las cargas más habituales en camión son la madera y sus manufacturas, principalmente tableros de partículas y de fibras (184.233 toneladas); los neumáticos (111.971 toneladas) y los productos químicos inorgánicos, con el predominio de los sulfatos (107.105 toneladas).  

La AP-1 y la A-62 son también las vías estratégicas por las que llegan buena parte de las 1,6 millones de toneladas que importó la economía burgalesa en 2024, la mayor parte de las cuales (1,07 millones) vienen en tráiler -y por este orden- desde empresas de Francia, Alemania y Portugal.

La madera en bruto es el producto que más compramos (166.303 toneladas), seguida de los productos químicos orgánicos (145.886 toneladas) y los inorgánicos (122.562 toneladas), con el ácido sulfúrico a la cabeza.

El balance del comercio exterior confirma, un año más, que sin carreteras y sin camiones es imposible sostener estos intercambios.

Pero tal hegemonía de los vehículos de 5 ejes es una vulnerabilidad de la economía local. Todos estos tráficos se hacen, mayoritariamente, consumiendo combustibles fósiles, por carreteras que demandan ampliaciones y mejoras, afectadas por un deterioro crónico y con capacidad insuficiente para tantos vehículos pesados. Las empresas de transporte, claves en este comercio, tienen grandes y crecientes dificultades para encontrar personal al volante y se enfrentan a un gran reto ante un horizonte de la movilidad descarbonizada.  

Ferrocarril. Los datos de 2024 confirman que el tren no es todavía -ni de lejos- una alternativa viable para compensar la hegemonía del camión. Apenas el 0,18% de las exportaciones (2.768 toneladas) salen por vía y un 2,8% de las importaciones (47.426 toneladas) vienen por este medio. China, Francia y Corea del Sur fueron los principales destinos de las ventas y Francia, Portugal y Reino Unido de las ventas. 

Por ferrocarril exportamos aceites esenciales y perfumería, manufacturas de piedra (adoquines y pavimentos) y máquinas y aparatos mecánicos (grifería). En dirección contraria traemos fundición de hierro y acero (productos laminados), abonos y maderas y sus manufacturas.

Los datos muestran que el peso del tren en el comercio exterior es muy bajo y se focaliza en muy pocos productos (de gran volumen) y también muy pocos destinos. Apenas hay oferta de convoyes multiproducto y los vagones no parecen alternativa para la mayoría de las empresas ante la gran disponibilidad y agilidad del camión. 

Son argumentos de peso para apostar por el desarrollo de infraestructura ferroviaria moderna, como los grandes corredores impulsados desde Europa y por nodos logísticos como los que existen en Villafría, Miranda de Ebro y Aranda de Duero. 

Puertos. El ferrocarril, como quedó patente esta semana en el encuentro en Burgos con responsables de la Autoridad Portuaria de Valencia, es clave para conectar con los grandes puertos de la Península. 

El pasado ejercicio, salieron más de 383.000 toneladas de mercancía  fabricada en Burgos por mar y entraron en importación otras 530.000. Las ventas parten, principalmente, con destino a Marruecos, Reino Unido y Dinamarca; mientras las compras vienen de Japón, India y Bélgica, como principales destinos.

Los tableros y los productos químicos no orgánicos, en exportación, y las fundiciones en hierro y acero, productos químicos orgánicos y los desechos de vidrio protagonizan los balances marítimos.

En avión se facturaron unas 2.000 toneladas, repartidas a partes iguales entre importación y exportación. China, Estados Unidos, México, Alemania, Chile oIndia están entre los principales destinos. Por aire sale maquinaria, pieles curtidas y accesorios de vehículos (tractores). En dirección contraria llegan manufacturas de fundición,  carnes y maquinaria.