El envejecimiento de la población de Castilla y León es una realidad innegable, por lo que, junto con la despoblación, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de nuestra sociedad. La falta de personal para atender a las personas mayores en sus domicilios y la extensa dimensión geográfica de nuestra Comunidad, con pueblos cada vez con menos habitantes, son otras de las trabas a las que se enfrenta la región. La apuesta de los servicios sociales se centra en mantener a esas personas el mayor tiempo posible en sus domicilios si así lo desean, con una atención a la carta, y cuya estancia se puede alargar gracias a las nuevas tecnologías con herramientas que hagan una pareja perfecta con las personas dedicadas a la atención domiciliaria. Unos aparatos que se puedan convertir en pilares de la vida independiente y que comenzaron a idearse hace ya muchos años.
La investigación e innovación tecnológica, precisamente, están entre las competencias de las administraciones públicas en materia de servicios sociales y sanitarios con el objetivo de la mejora de la eficacia y la calidad de los servicios. Precisamente dentro de esa estrategia, como detallaron desde la Consejería de Familia, se incluye la colaboración con empresas de la Comunidad para fomentar la transferencia de conocimiento y tecnología a través de la herramienta de Compra Pública de Innovación (CPI), que es una actuación administrativa de fomento de la innovación orientada a potenciar el desarrollo de nuevos mercados innovadores desde el lado de la demanda y las necesidades, a través del instrumento de contratación pública.
Una forma de trabajo que en próximos meses permitirá ver la eficacia de años de investigación, y que se convertirá en algo palpable cuando el andador inteligente o un baño adaptado a las necesidades de una persona con movilidad reducida llegue a sus casas. Pero no ha sido un camino fácil, ya que hasta el lanzamiento de los primeros contratos para la compra de andadores o camas que te ayudan a levantarte han pasado muchos años de pruebas.
Pilares para una vida independienteUn largo camino en el que el centro tecnológico de Cartif, en Valladolid, ha colaborado activamente con la generación de varios de estos prototipos tecnológicos que mejoran la calidad de vida de las personas en los sectores de la alimentación, movilidad, calidad ambiental, educación y energía. Pablo Viñas, director del Área de Salud y Biomédica de esta compañía, reconoce que se trata de «un proyecto muy ambicioso de Castilla y León con el que se pretende una transformación de los cuidados de larga duración contando con todos los recursos que existen en el tema de los cuidados, tanto humanos como tecnológicos».
Con este objetivo, desde la Consejería de Familia se ha convocado en los últimos años la consulta preliminar al mercado para la búsqueda de soluciones innovadoras para diferentes hábitos diarios que los mayores realizan en sus domicilios: andador, ducha, inodoro o un asistente para la cama. «Primero se vieron las necesidades que pasan por una mayor autonomía de las personas», detalla Viñas, que añade que se iniciaron los trabajos a finales de 2016 o principios de 2017 para ver la manera en la qué se podían hacer y tanto para el andador como para el inodoro se plantearon diferentes iniciativas.
Consultas y pruebas
Para desarrollar dichos trabajos se consulta al usuario y los prototipos básicos se prueban en centros de Castilla y León, pero también de Portugal y Francia. «Se recibe la crítica de los productos, el feed-back, porque el objetivo es seguir evolucionando», añade el investigador.
Una vez que los prototipos ya se han finalizado, la Junta se encuentra ahora mismo en la fase de la adquisición de estos productos para que llegue a residencias y domicilios de personas mayores de la Comunidad. Un contrato que se ha lanzado a través de la Compra Pública de Innovación y al que puede acceder cualquier empresa. Es decir, en la actualidad, «no son productos comercializables, sino prototipos con los que se trata de mejorar los ya existentes en el mercado. El objetivo es lograr una solución técnicamente viable y económicamente asequible en el futuro», señalaron desde la Consejería de Familia cuando anunciaron la adquisición de los inodoros inteligentes.
De esta forma, Castilla y León adquirirá 400 unidades del andador inteligente que llegarán y se distribuirán por residencias de titularidad de la Gerencia de Servicios Sociales y por viviendas donde se estén desarrollando los proyectos del programa 'Atención en Red'. El contrato asciende a 1.300.000 euros, sufragado con fondos europeos y que se ejecutará en tres años: 390.000 durante este ejercicio, 520.000 el próximo y 390.000 euros en 2025.
A estos se suma la adquisición de 250 unidades de inodoros inteligentes orientados a personas con problemas de movilidad por valor de 1.150.000 euros. Una cuantía a ejecutar en tres años: 345.000 durante este ejercicio, 460.000 para el próximo y 345.000 en 2025.
Además, también se ha dado luz verde a un gasto de 1.322.940 euros para la compra de 400 unidades de un innovador sistema diseñado para ayudar en estas tareas a las personas con dificultad para moverse, especialmente a las mayores. Una cuantía que se ejecutará en tres ejercicios: 396.882 euros antes de que finalice este año, 529.176 durante el próximo y 396.882 en 2025.
Un sector en alza
El responsable del Cartif destaca que el sector de los cuidados está al alza y existen muchas posibilidades en él a nivel industrial, ya que en quince o veinte años será fundamental para el apoyo del terapeuta. Por este motivo, desde Cartif continúan avanzando en otros proyectos e investigaciones como la línea que mantienen con su robot social, trabajando tanto en un robot asistente que ayude al usuario en la rehabilitación física como con un robot de compañía, que entretenga al usuario o le recuerde aspectos como su medicación, citas médicas o las llamadas a la familia.