El Gobierno de la Generalitat Valenciana está estudiando el modelo de transporte a la demanda de la Junta para implantarlo en su medio rural. Así quedó patente con la reunión mantenida hoy entre la directora general de Transportes y Logística de Castilla y León, Laura Paredes, y su homólogo levantino, Manuel Ríos.
En el encuentro, surgido a raíz de la participación de Paredes en la jornada 'Presente y futuro del transporte de viajeros a la demanda', organizada por la Universidad Politécnica de Valencia y la Consejería de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio de la Comunidad Valenciana, Paredes desgranó los detalles de un servicio pionero que presta el Gobierno autonómico desde el año 2004, "que ha servido de ejemplo para otras Comunidades (La Rioja, Galicia, Castilla La Mancha, Extremadura, Aragón o la propia Comunidad Valenciana) y países (Polonia, Portugal, Hungría, Austria, Noruega o Chile) y que ya ha superado los 4,63 millones de usuarios".
La directora general de Transportes y Logística ha transmitido a su homólogo el contexto geográfico que presenta Castilla y León, "la comunidad autónoma más grande de España, con más de 94.200 kilómetros cuadrados de extensión, y la tercera de Europa, superando a países como Portugal o Austria", según ha recordado, y que condiciona de forma esencial la prestación de un servicio como es el del transporte público de viajeros por carretera, "el cual se rige por Ley desde el año 2018", añadió en un comunicado recogido por Ical.
Asimismo, le indicó que la dispersión de los residentes en la Comunidad, "algo más de 2,37 millones", se agrupa en 2.248 municipios y casi 6.000 núcleos de población, "lo que, como es fácil de comprender, es un elemento que hay que también contemplar a la hora de organizar un servicio como es el del transporte público".
Estos condicionantes, además de otros como la edad media de la población o el hecho de que el 80 por ciento de la misma resida en el 12 por ciento del territorio, fueron los que provocaron que en el año 2004 se instaurara un novedoso servicio de transporte con el que "dar respuesta de un modo eficiente a las necesidades básicas de movilidad de las zonas menos pobladas", según ha manifestado Paredes, y que a lo largo de estos años ha alcanzado un total de 1.953 rutas que conectan a más de 5.000 núcleos de población, "consiguiendo que los ciudadanos del medio rural tengan las mismas oportunidades para acceder a los servicios que disfrutan los habitantes de las ciudades", agregó.
Para potenciar aún más este servicio, Paredes explicó que desde el año 2021, gracias a la implantación del Bono Rural Demanda, el transporte a la demanda es gratuito en 1.821 rutas de las nueve provincias y ha destacado que tiene un uso sencillo tanto para jóvenes como para mayores. Cuenta con una tarjeta física, que se podrá adquirir al acceder al autobús con un coste único de custodia de 5 euros, una aplicación móvil (Bono Demanda Castilla y León), previamente descargada en su teléfono, que genera un código QR, personal e intransferible que se debe mostrar al conductor para acceder al autobús.
"El sistema de transporte a la demanda permite la conexión de 1,2 millones de personas, siendo el perfil de usuario más habitual el de una mujer mayor de 50 años. A través del nuevo Mapa de Ordenación del Transporte Público, en el que estamos trabajando en estos momentos, queremos que esa cifra crezca hasta los 1,7 millones de potenciales usuarios", concluyó.