«Todo ha cambiado desde el año pasado, no vamos a hacer las cosas como la anterior junta directiva». Con esas palabras inauguró el presidente de la Cofradía de San Juan del Monte, Carlos Calvo, su primera reunión con gerentes de bares de la ciudad del Ebro. Desde el inicio dejó claro que su objetivo era cerrar la crisis que arrancó bajo el mandato de Roberto López de Davalillo y, según parecía al terminar la cita de ayer, lo logró. El presidente de la Asociación de Hosteleros Altamira, Pepe Rey, reconocía tras el encuentro que «solo se puede hacer una valoración positiva» porque, tras dos años en los que su colectivo se había encontrado en el ojo del huracán, ahora podía volver a colaborar sin llamar la atención y había retomado «el buen talante» con la entidad que organiza esta celebración en Miranda.

Rey destacó que tanto la Cofradía como la hostelería de la ciudad del Ebro trabajarán de la mano para lograr «el objetivo común, que es sacar adelante unas fiestas buenas y bonitas», unos días de los que «estar orgullosos», como venía siendo tradición antes de las fricciones que generó el mandato de López de Davalillo. Aunque todavía faltan muchos flecos por concretar, después del encuentro de ayer todo apunta a que los establecimientos volverán a colaborar con la entidad a la hora de organizar la programación, que seguirá un modelo clásico y que acumulará un número limitado de verbenas nocturnas repartidas en tres puntos estratégicos: la calle La Estación, El Cid y la plaza de España. Aún han de concretarse los detalles, pero existen muchas posibilidades de que el sábado se celebren dos o tres eventos musicales en esas zonas, el domingo se espera un par de actos y el lunes solamente habría uno, en el Casco Viejo.

En cualquiera de los casos, ni cada local se encargará de reservar en el Ayuntamiento sus espacios, ni habrá un sinfín de DJ's. La Cofradía de San Juan tramitará las solicitudes y defenderá un modelo en el que haya unos pocos escenarios principales, aunque todos los bares que deseen colaborar con la programación podrán sacar sus barras a la calle si están vinculadas a los actos más grandes o a otros «espectáculos» en zonas diferentes siempre que no eclipsen, por ejemplo, a las charangas. El dirigente de la entidad destacó que todo ello se hará «respetando el horario» para no mermar el descanso de los vecinos «porque también hay locales insonorizados maravillosos en Miranda y además las personas tienen el día y las tardes para disfrutar en las calles». Sobre ello, Calvo adelantó que «con un control de horarios se puede conseguir que no se mezcle la música» de los altavoces vinculados a barras exteriores de bares con la de orquestas contratadas por las cuadrillas, algo que «lo han pedido mucho los presidentes» de estas peñas.

El número uno de la junta directiva de la Cofradía insistió tras verse las caras con los hosteleros que aquello tan solo era la primera «toma de contacto», aunque reconoció que resultó bastante útil porque le pusieron «al día» sobre sus «necesidades». Además, Calvo explicó que tuvieron «el lujo» de estar acompañados a lo largo de toda la reunión por «Pablo Gómez, concejal de Seguridad Ciudadana y Bomberos», quien pudo «orientar» a los presentes en materias como «las normas y los horarios». Sin embargo, varios de los establecimientos ya conocían el reglamento y preveían que mantendrán su actividad en la misma franja que en años anteriores, cuando aproximadamente aquellos que tenían actos nocturnos los alargaban hasta las cuatro de la madrugada.

Todo ello, tras la paz alcanzada, no debería impedir que se alcance «una buena coordinación», como desea el presidente sanjuanero, quien ayer deseaba animar a los hosteleros que no acudieron a esa cita a realizar una inversión «en DJ's, eventos, monólogos o espectáculos». Así, cree que estos podrán atraer a más público y, para ello, propone que se acerquen a la Cofradía e inicien los trámites que deben cerrarse con el Consistorio.