La famosa Lista Roja de Hispania Nostra ha renovado su página web y lo hace con una nueva incorporación burgalesa a un lista que se acerca ya a los 1.100 monumentos españoles que se encuentran en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Este último tesoro burgalés es la iglesia de El Salvador, ubicada en lo alto de un cerro a la entrada de Cubillo de Butrón, localidad de nueve vecinos, en el entorno del cañón del Ebro y sobre la carretera que une las localidades de Pesquera de Ebro con Dobro.
La iglesia de San Salvador es una construcción de origen románico, fechada en el siglo XII, época de la que tan solo se conserva su cabecera, las demás dependencias del templo fueron añadidas posteriormente en los siglos XVI y XVII. La cabecera, el elemento con más valor artístico, está compuesta de un tramo recto presbiterial y ábside semicircular, levantada -como el resto de la construcción- en mampostería de piedra del páramo.
El tramo recto se cubre con bóveda de cañón ligeramente apuntado, sobre una imposta de listel y chaflán que se continúa bajo la bóveda de horno que cierra el retranqueado hemiciclo. Al exterior, la ventana abierta en el eje de la capilla, de arco polilobulado similar a la del hastial occidental de San Pedro de Tejada, aparece hoy cegada.
Los muros, apuntan desde Hispania Nostra, se coronan con una cornisa achaflanada sobre canecillos, decorados con rudimentarias formas geométricas: rollos, sucesión de medias cañas a modo de engranaje y los tableros sobre nacelas. Por lo que respecta al estado de conservación de este templo señalan que es «muy malo» y que hay un «riesgo inminente» de derrumbe, a pesar de que el inmueble está desde hace tiempo apuntalado por dentro. A pesar de esta preocupante situación, no se ha realizado ninguna intervención para consolidar esta iglesia, que es de propiedad privada y no tiene ningún tipo de protección específica.
47 burgaleses. Esta es una provincia que cuenta con numerosos monumentos repartidos por toda el territorio, la mayor parte de ellos en núcleos rurales con pocos vecinos y sin recursos económicos, grandes inconvenientes para conservar un patrimonio que se deteriora de forma inexorable ante la falta de mantenimiento por parte de sus propietarios. La Lista Roja burgalesa sigue creciendo y ya son 47 los monumentos incluidos.