La exabadesa del convento de Belorado, Laura García de Viedma, ha llegado unos minutos tarde a su cita con la justicia para declarar como investigada por un delito de estafa impropia en relación con la venta del oro de la comunidad de clarisas de Belorado, Orduña y Derio.
A las 10.06 de la mañana ha entrado en la calle del Juzgado de Briviesca un coche conducido por una religiosa, sor Berit, a la que algunos periodistas han confundido con la abadesa, que iba de copiloto. Se ha bajado rodeada de cámaras y, tras dar los buenos días, se ha limitado a decir que no va a hacer declaraciones. A la salida, ha intentado esquivar a los periodistas por una puerta lateral pero sí ha hablado su abogado y hermano. Enrique García de Viedma, ha asegurado que, en la operación de venta del oro del convento, "no existe engaño para nadie, ánimo de lucro" y, por tanto, "no puede existir delito". A su modo de ver, se trata de una operación "normal" de la comunidad, que ella defiende está lícitamente trasnformada en asociación civil, aunque al parecer no ha sido inscrita como tal en el registro oficial del Ministerio.
Ha asegurado que ella "podía disponer" de su representación legal y tenía "la perfecta capacidad de disponer de sus bienes". Y ha abundado en que esta causa es "completamente artificial", puesto que está ocasionada por una "intervención del monasterio totalmente innecesaria" a cargo de Iceta. Esa intervención, ha continuado el letrado, "no ha hecho más que causar problemas" y ahora, ha abunadod, también las causas penales "sin ninguna necesidad ".
Ha recordado que monseñor Iceta también está investigado "por otra causa penal". En concreto ha aludido a actuaciones relacionadas con el ejercicio de su cargo de comisario y la validez del cargo. "Está en litigio, tanto en un juicio civil, aquí, como en otro contencioso administrativo", ha detallado.
- Foto: Alberto RodrigoViedma ha considerado que esta estrategia de "control" del arzobispo Iceta se usa "para presionar al monasterio". Con respecto al procedimiento seguido por la Policía tras la venta, Viedma entiende que "es el habitual". Y de cara al futuro de las actuaciones, éstas podrían pasar por pedir que se sobreseyera la causa, "una posibilidad" que está entre las opciones que se barajan.
Segunda visita al juzgado. Se trata de la segunda ocasión en la que Laura García de Viedma acude al Juzgado de Briviesca por el asunto de la venta del oro, una operación que la Policía Nacional entró a investigar para determinar la licitud de los lingotes. El pasado 19 de febrero se acogió a su derecho a no declarar alegando no haber tenido tiempo de estudiar la causa, por lo que ha vuelto a ser citada hoy.
La Policía ha podido comprobar el lícito origen de los lingotes, que tampoco discute la comisión gestora de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio. De hecho, en su poder obran «siete facturas de compraventa de oro en julio y agosto de 2020 por un valor que supera los 250.000 euros», por lo que ahora se trataría de determinar si la exabadesa estaba autorizada legalmente a realizar la operación a su nombre y si ha habido un posible traspaso ilícito de fondos de la entidad jurídica -la comunidad religiosa- a la persona física, Laura García de Viedma.
Según su jefe de prensa, Francisco Canals, parte del dinero obtenido con la venta de los lingotes ha sido empleado entre 2020 y 2024, periodo en el que «retiran supuestamente distintas cantidades de dinero para hacer frente a su situación de emergencia, porque para eso está el oro». Habla el periodista de pagar deudas y de afrontar el cuidado de las 5 hermanas mayores, de entre 82 y 100 años, pero también desvela que una parte irá destinada a pagar el alquiler mensual de 1.600 euros por el hotel rural de Arriondas (Asturias) en el que han abierto un restaurante de clausura y a comprar a plazos el terreno del criadero de perros.