El Burgos CF regresó ayer a los entrenamientos para comenzar a preparar el derbi del domingo en Anduva. Julián Calero sabe que no podrá contar con dos de sus puntales, Elgezabal y Atienza, ya que ambos han sido castigados por el Comité de Competición por acumulación de amonestaciones. Descartados los dos pivotes, la mirada se dirige a la enfermería, donde aún se encuentran Grego y Gaspar. 

En el Burgos son optimistas con respecto al central murciano. Su problema muscular parece ya restablecido, por lo que el defensor apunta al duelo del próximo domingo. El partido ante el Albacete disputado el pasado 19 de febrero fue el último en el que participó, por lo que se ha perdido los 8 últimos partidos. No todos han sido por la lesión de la que ahora se recupera, sino que en principio se quedó fuera por la fractura de dos de sus dedos de la mano derecha. Cuando parecía que podía ayudar al equipo llegó el otro problema.

Es un jugador que da consistencia a la zaga. En algunos partidos el equipo le ha echado en falta y es que es un hombre que porta intensidad en las labores de contención. Además, es importante en la estrategia tanto defensiva como ofensiva. El primer gol que marcó la pasada campaña sirvió para que el Burgos CF lograra la victoria contra el Mirandés en el partido de la primera vuelta que se disputó en El Plantío (...).

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