Todos hemos jugado, o seguimos jugando. Es una parte de nuestra cultura y nos ayudan a interactuar con nuestro entorno y con nuestros congéneres. Pero, ¿qué pasará en el futuro con el juego y los espacios de juego? Esta pregunta se la planteó la artista arandina Cristina de Pedrojuán Pascual al investigar sobre cómo en el pasado se pensaba en el futuro, que es uno de los temas que trata en su trabajo fin de máster de pintura, que ha completado en la Universidad de Milán. "Yo he estudiado pintura, pero al iniciarme en la creación digital sentí que esas formas que estaban dentro de un plano de dos dimensiones tenían que coger forma", explica la creadora para justificar que en su primera exposición individual sólo haya un cuadro, el resto son creaciones en tres dimensiones.

Lo primero que llama la atención al entrar en la sala de exposiciones de Cultural Caja de Burgos es la amplitud del espacio que ha buscado esta artista en su instalación. "El ambiente es lo importante, cómo juegan las piezas dentro del espacio", apunta la creadora de esta propuesta cultural que se podrá visitar hasta el 28 de octubre.

La inspiración para esta instalación surgió de su gusto por la ciencia ficción. De hecho, el título Do androids dream of electric sheep? (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?) es el título de la novela de Philip K. Dick que inspiró la película Blade Runner. "Me gustaba la idea de pensar cómo sería un parque de juegos que no fuese para humanos, sino para máquinas en un universo mecanizado en el que no existiésemos nosotros", plantea su tesis para esta exposición.

De hecho, en su investigación artística llegó a buscar la inspiración en uno de esos ingenios digitales. "Le pregunté a Chat GPT, la plataforma de inteligencia artificial, cómo sería su campo de juegos en el que se divertiría, y me dijo que tenía que ser un espacio interactivo, en el que estuviese aprendiendo y al que viniesen otros programas para aprender de ellos", recuerda Cristina esta inspiración.

Juntando todo eso, ha creado una zona de juegos en la que lo virtual se hace real, trasladando lo que se puede ver en la pantalla de un ordenador a las tres dimensiones en una serie de elementos que se pueden tocar y que, por su colocación e interacción, sugieren una zona de juegos en la que humanos y androides podrían convivir y divertirse. Habría que preguntar qué les parece a los replicantes.