Los contenedores de Sonorama en el Picón, lienzo para grafitis

I.M.L. / Aranda
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Una iniciativa, en colaboración con las áreas de Promoción y Juventud, que busca dar un espacio para los artistas del espray y frenar la proliferación de las pintadas en la ciudad

Los contenedores de Sonorama Ribera en el Picón servirán de lienzo en el proyecto social ‘La grafitería’. - Foto: L.N.

Una de las máximas de los que componen Sonorama Ribera es trabajar para el beneficio de la ciudad donde ha surgido y crecido. Una filosofía que se deja ver en pequeños detalles, como la aportación de más de 100.000 euros anuales para asociaciones de Aranda de Duero, o en otros más grandes, como la inversión en el espacio del Picón para que se pueda utilizar en otras actividades durante todo el año. A estos ejemplos se une ahora un nuevo proyecto, que han bautizado como 'La grafitería' y que busca frenar la plaga de pintadas que sufre todo el espacio urbano arandino. 

Detrás de ese nombre sonoro se esconde la intención de facilitar un espacio para que los aficionados al espray tengan donde realizar sus obras. «Es un proyecto en colaboración con una empresa arandina que estamos a punto de rematar, para que cada mes o cada dos meses se blanqueen los 600 metros cuadrados que tiene la superficie de los contenedores que hay ya en el Picón para poder desarrollar el talento de la gente que, normalmente, no tiene espacio para pintar y muchos lo hacen en las paredes porque no tienen otro sitio donde desarrollar su creatividad», adelanta Javier Ajenjo, director de Sonorama Ribera.

Esta iniciativa, en la que también trabajan en colaboración con las concejalías de Promoción y Desarrollo y Juventud del Ayuntamiento arandino, tendrá una continuidad a lo largo del tiempo y se acercará a la ciudadanía a través de una muestra fotográfica. «Tendrá una retrospectiva a lo largo del año, vamos a registrar fotográficamente cómo van a ir avanzando las actividades que se vayan haciendo para luego mostrarlas en una exposición», explica Ajenjo la forma en la que quieren dar a conocer el arte de los grafiteros locales de una forma que no dañe el espacio público. «Vamos a darles ese espacio y, si siguen pintando las paredes, es un problema suyo y no podrán alegar que no tienen un sitio donde hacerlo, ya no tendrán excusa», insiste el director del festival.

«Al final, es un aprovechamiento de recursos, es por donde pasa el futuro de ese espacio», remarca Ajenjo en referencia no sólo a los contenedores sino a todo el recinto del Picón, donde este año ya se ha hecho un guiño al arte urbano, no sólo con la inclusión de muchas bandas y raperos de este estilo en boga, sino con el estreno de una obra con firma destacada. «Tenemos una obra de Toni Marmota a la entrada que hay que poner en valor, es un arandino que cada vez tiene más peso específico en el mundo del arte, con exposiciones a muy distintos niveles, y que ha tenido a bien el regalarnos un pórtico maravilloso dentro de su universo», agradece Ajenjo este trabajo que ha sorprendido a muchos.