La delincuencia común está siendo un quebradero de cabeza para las fuerzas del orden de la ciudad en las últimas semanas. Casi cada día, se presentan en la Comisaría Provincial denuncias por robos con fuerza en comercios, locales de hostelería y demás negocios, bien sea mediante el método del alcantarillazo, bien con reventones de cerradura. La cantidad que se llevan los ladrones suele ser, por regla general, ínfima.
Los destrozos, sin embargo, son siempre considerables. Más allá de los perjuicios causados a los pequeños empresarios, lo que están generando tras esta sucesión de delitos es temor e inquietud. Pensar que cualquier mañana van a levantar la verja y se van a encontrar el cristal fracturado y el interior revuelto.
Pocos barrios se salvan de estos robos. Hace unos meses fue en la zona sur, especialmente la calle Progreso y San Julián, donde se acumularon un buen número de ellos. En otoño, los cacos se 'mudaron' a Gamonal, donde perpetraron varios delitos. Sin dejar este barrio, estos asaltos poco a poco se han ido dando también, de manera aislada, en Fuentecillas, El Pilar o la avenida del Cid.
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