La Vid de Bureba: Tierra de cereal y tranquilidad

M.J.F. / La Vid de Bureba
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Situado bien cerca de Briviesca, es un pequeño núcleo de población que está mejorando sus infraestructuras y servicios básicos

Benjamín González, alcalde Ha entrado como alcalde esta legislatura y sus retos han sido mejorar las infraestructuras y servicios del pueblo, Le queda la ‘espinita’ de no haber conseguido ayudas para arreglar la iglesia.

La Vid de Bureba es una tranquila localidad típicamente cerealista que tiene la fortuna de encontrarse cerca de Briviesca, la cabecera de comarca. Es un núcleo bien comunicado, bien mantenido y con todos los servicios e infraestructuras adecuadamente resueltos. El alcalde, Benjamín González, explica que en esta legislatura el Ayuntamiento ha prestado especial atención al arreglo de caminos y a la renovación total del alumbrado para convertirlo en eficiente y lograr un ahorro importante en la factura eléctrica. También ha sido una prioridad engancharse a la red de agua potable, construida por la Junta de Castilla y León y con origen en los montes de Pancorbo. La infraestructura está abasteciendo a varias localidades burebanas. «La inversión es importante y por varios años pero ha sido una buena decisión, porque de esta manera tenemos garantizado el agua en el presente y también en el futuro», afirma el regidor.

Antes de incorporarse a la red de Pancorbo, el agua que bebían los habitantes de La Vid era escasa sobre todo en verano. «Ahora, ese problema está definitivamente resuelto», indica González. El alcalde también añade que en esta legislatura, los propios vecinos del pueblo se han implicado pintando ellos mismos el cementerio y también el pabellón agrario donde se guarda diversa maquinaria municipal. Al regidor le queda pendiente un proyecto, poder arreglar la iglesia y eliminar sus humedades. «Cuando entré en la Alcaldía esta legislatura, me propuse hacer realidad el arreglo de la iglesia pero a pesar de que hemos pedido ayudas en dos ocasiones, no hemos tenido suerte de entrar en el reparto; esperamos que pueda ser en breve», apunta González. De todos modos, el alcalde indica que las administraciones como la Junta de Castilla y León y la DiputaciónProvincial «sí se portan bien» con La Vid aunque nunca está de más recibir nuevas ayudas para poder renovar servicios e infraestructuras.

Las arcas públicas del municipio son modestas como corresponde a un pueblo de apenas 20 habitantes. Los principales ingresos provienen del coto de caza y del arrendamiento de las masas comunes. La Vid es una localidad con identidad propia que todavía conserva las fiestas patronales en verano. Este hecho, que puede parecer anecdótico, es importante para municipios de pequeño tamaño porque significa que al menos cuando llega el buen tiempo la actividad se retoma. «Creo que conservar las fiestas es un aliciente para que los hijos del pueblo sigan viniendo», explica el alcalde. Las fiestas se celebran en agosto y en su programa de actos se suele incluir música, eventos para niños y oficios religiosos. La Asociación Cultural San Mamés participa muy activamente en la confección del programa y en la organización de los diferentes eventos.   

Una cita también muy destacable para los habitantes de La Vid de Bureba es la romería al Santuario de Santa Casilda que realizan a primeros de junio. Son muchos los que acuden a pie al enclave espiritual. «Es una tradición que aquí es muy respetada: hay una misa por la mañana, comida entre todos los presentes y por la tarde el canto de la salve», apunta el alcalde. La Vid tiene una vida diferente en invierno y en verano.

En los meses fríos, lo más habitual es ver el tránsito de los agricultores que labran las productivas fincas del pueblo y con el estío llegan los veraneantes. Es entonces cuando la población se triplica y el ambiente se anima pero sin estrés alguno. El verano es la mejor época para pasar una estancia tranquila en un ambiente rural de la Castilla profunda. La Vid de Bureba ofrece todo eso y además, un entorno lleno de atractivos.