Ilia Galán

LA OTRA MIRADA

Ilia Galán

Poeta y filósofo


De la incoherencia gubernamental

01/12/2024

«Llegaron los bóvidos despedazados desde Brasil, carne mucho más barata que la criada en Francia. Tendrían que cerrar la explotación: imposible competir a esos precios».
Esta pesadilla habita en muchos cráneos campesinos galos. No es aceptable la legislación de la Unión Europea que, por un lado, impone normas terribles dentro de sus fronteras y en cambio acepta de cualquier modo lo que venga de fuera. O se juega con la misma baraja y las mismas reglas o no hemos de sentarnos a una partida en que claramente estamos en desventaja. Luego viene la irritación, la indignación. Hablan de ecología y en vez de tomar lo que hay en casa, se gasta enorme cantidad de combustible trayendo desde el otro lado del océano lo que ya había. Allá no pagan tantísimos impuestos y tampoco existen las normas sanitarias, medioambientales y de respeto a los animales que hacen incrementar tanto los costes.
Los francos no son los únicos contra ese gran pacto que se pretende con Mercosur. Competencia desleal, incoherencias ecológicas... No es nuevo. O se libera a los agricultores de esas costosas normas o que sufran fuera las mismas exigencias. Hipocresías gubernamentales: España está a favor porque espera sacar beneficios con otros productos en el comercio, dañando la ganadería. ¿Qué será de nuestros campesinos, azotados por la tiranía de Bruselas, insensible a sus problemas? La incoherencia en las leyes hace que unas con otras se invaliden, perdiendo su legitimidad, como sucede cuando vemos a los socialistas o comunistas enriqueciéndose obscenamente, a un cura predicando la continencia y después condenado por pederastia, a un paladín del feminismo acusado de acosar a las mujeres.
Nuestro Gobierno parece adormecido cuando pretenden llenar el campo de paneles solares, enorme proyecto fotovoltaico donde está prevista la tala de 100.000 olivos, ¡con lo que cuesta criarlos! La empresa Greenalia Solar produciría así una enorme devastación ecológica. Los municipios de Arjona, Lopera y Marmolejo están revueltos ante tal proyecto de abuso legal. Es otro absurdo que favorece a unos pocos perjudicando a muchos y, sobre todo, es incoherente con las normativas, con el intento de que no haya despoblación en nuestra campiña. El truco que emplea la pérfida empresa, un lobo vestido de tierna abuelita, es la fragmentación de los proyectos para eludir regulaciones. Afán de ganancias excesivas, avaricia que rompe el saco y destruye a las gentes y su confianza en una democracia que se demuestra cada vez más inoperante, sometida a burrócratas e intereses de grandes empresas. Los agricultores de Jaén protestan y en la corte hispánica no se dan cuenta de que esas expropiaciones previstas, que destruirían el medio rural, podrían establecerse en cambio en zonas desérticas (¿Almería?). Lo bueno, como el desarrollo de las energías renovables, en las que casi todos estamos de acuerdo, se mutaría en perfidia suprema.