Por fin ha llegado el verano y, con ello, en la mayoría de los casos, las merecidas vacaciones. Necesarias para ese descanso físico y mental que todos necesitamos. Para intentar resetear el cerebro y volver con fuerzas nuevas. Pero, ¿qué sucede cuando no se puede ir de vacaciones?

En la sociedad que vivimos damos por hecho que todo el mundo puede irse de vacaciones. Esto está muy bien, afortunados los que pueden hacerlo y más todavía los que pueden irse todo el verano. Es verdad que llevamos todo el año esperando que lleguen estos meses. Qué felicidad. Pero existen muchas personas que por múltiples motivos no se lo pueden permitir.

Por ejemplo: personas que tiene a su cargo a un familiar, personas con mascotas (que no puedan viajar), personas enfermas, personas con escasos recursos económicos… Quizá ellos son los que más necesitan esa famosa empatía social y no escuchar de los demás lo estresados que están, los "pocos" días que han podido irse, la de veces que se han podido ir… Quizá pensar un poco antes de hablar no estaría de más. Como dijo el grandísimo Groucho Marx: "Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente".

Para los que se queden en la Ribera del Duero durante estos meses, podremos disfrutar de las innumerables actividades que se desarrollarán en los pueblos de la comarca y también en Aranda de Duero, con eventos culturales, deportivos, sociales…

Lo importante, sin duda, es disfrutar, cada uno en la medida de sus posibilidades, de estos meses estivos. De la luz, del calor, del agua, de los reencuentros con amigos y familiares, del descanso físico y mental, de apagar el móvil unas horas, de volver a dar paseos por caminos (que por cierto no estaría de más arreglarlos y controlar la vegetación "un poco" salvaje que hay por muchos lugares de nuestra localidad). Disfruten. Nos vemos en septiembre.