En un país dominado por el pensamiento único -aunque el sustantivo puede ser generoso-, la ignorancia creciente y la tergiversación de nuestra historia, se agradecen iniciativas como la de la exposición "Soldados de España", que acoge el Centro Internacional del Español de la Universidad de Salamanca hasta el próximo 17 de enero. Hay 45 reproducciones de láminas de Augusto Ferrer-Dalmau, que recogen gestas, gestos y personajes muy diversos: del "camino español" por Europa o el milagro de los Tercios de Flandes en Empel a Agustina de Aragón, de las batallas de Otumba y San Marcial al cardenal Cisneros, de los Cazadores de Alcántara al general Prim... Junto a ellas, otras actules como la presencia en Afganistán y las dedicadas a la Guardia Civil, la Guardia Real y la Legión.
El artista barcelonés es a la pintura lo mismo que Arturo Pérez Reverte a la literatura. Un creador de enorme talento que plasma en sus obras capítulos memorables de la larga crónica militar de España con un profundo realismo, con un detalle minucioso, cuasi fotográfico, y una contrastada base documental. Ambos lo hacen con naturalidad, sin complejos, conscientes de la grandeza de una nación que, con sus luces y sombras, ha resultado fundamental en la cultura occidental. Porque la historia no es de izquierdas ni de derechas, pero esa aceptación de la leyenda negra, esa visión exclusiva de las anteojeras progres, hace estragos.
En la inauguración, el rector, Juan Manuel Corchado, destacó que la muestra que es una gran oportunidad "para acercarnos a la historia de España desde las artes, para que la sociedad salmantina valore e identifique con la historia el esfuerzo solidario y la valentía que tienen y han tenido las Fuerzas Armadas". Por su parte, el coronel de Caballería José María Gibert, comisario de la exposición, resaltó la humanidad y labor de servicio de los efectivos en misiones internacionales, ayudando a la población más necesitada, "porque los valores de nuestros soldados no cambian aunque pasen los años". Lo estamos viendo en Valencia. No por casualidad, el Ejército es la institución más valorada por los ciudadanos.