Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


El precio de tomar café

09/10/2024

La Comisión Europea ha propuesto formalmente retrasar durante un año la aplicación del nuevo Reglamento Europeo de Deforestación, que debe entrar en vigor el próximo 30 de diciembre para las grandes empresas, y seis meses más tarde para las Pymes, con nuevas e importantes normas que tendrán que cumplir quienes se dediquen a importar determinadas materias primas y otros productos que las contengan que puedan contribuir a la deforestación de los bosques. La producción del café, el cacao, la madera, el caucho, el ganado bovino, el aceite de palma y la soja, que son las materias señaladas, está causando estragos en las masas forestales de muchos países, que se destruyen sin control para ampliar las superficies de cultivo, con las consecuencias negativas que ello tiene sobre el medioambiente global. Sin olvidar la falta de respeto que también se produce a los derechos humanos y a los pueblos indígenas de las zonas afectadas. Tomar café nos está saliendo caro.

El objetivo de la Unión es eliminar de los lineales de los supermercados y otros comercios de los estados miembros todos aquellos productos que provengan de zonas deforestadas, los que no puedan acreditar su origen en una producción sostenible. Y, como no podía ser de otra manera cuando están en juego tantos intereses económicos, han aparecido las presiones de los países productores, que dicen ver dificultades para cumplir a tiempo el nuevo marco legal, y de las empresas distribuidoras, quienes se quejan, no sin cierta razón, de que no hay tiempo suficiente para llevar a cabo una adaptación adecuada ya que les falta una guía clara para resolver los matices de la norma por parte de la Comisión, quien también ha puesto en marcha con retraso la plataforma informática que deberán usar para volcar la información.

Teniendo en cuenta que para algunas entidades y negocios nunca va a ser buen momento para comenzar, no sería positivo que el Consejo y el Parlamento Europeo aprobaran finalmente este aplazamiento que supondría retroceder en el Pacto Verde de la UE, haciendo que, como en muchas otras ocasiones, medidas necesarias y urgentes para el planeta se queden en meras declaraciones de intenciones que no llevan a ninguna parte.