La visita de los Reyes, el presidente del Gobierno y el de la Generalitat Valenciana a Paiporta, una de las zonas cero del desastre de la dana que cayó sobre Valencia, tendrá que ser objeto de un detenido estudio para que no vuelvan a repetirse escenas de agresiones físicas y verbales a los más altos representantes del Estado presentes en la zona, pero se puede hacer un primer análisis de las palabras que dirigió Felipe VI a los exaltados que le rodearon, algunos vecinos indignados por la torpeza de las autoridades públicas a la hora de resolver los problemas vitales de los afectados, y otros llamados para crear confusión.
Felipe VI, en un ambiente de tensión en el que mantuvo el tipo dijo cosas muy interesantes. "Hay muchas interesadas en esto para que haya caos". Es el reconocimiento de que además de dolor e indignación hay otros intereses de quienes intentan pescar en río revuelto, los que dicen, por ejemplo, "solo el pueblo salva al pueblo", una expresión propia de los movimientos sociales latinoamericanos y antidictatoriales que ahora tiene un tufo populista contrario al origen de la expresión, y más allá pretenden la supresión de los poderes del Estado. "Esto es una democracia", dijo el rey en otro momento, cuando la gente pedía dimisiones de todo el mundo.
"Las fuerzas están en todos lados al nivel que pueden", manifestó el rey. No es el momento de revisar protocolos ni de buscar responsables del desastre preventivo y de los primeros momentos de la gestión, pero llegarán y se pasarán todas las facturas al cobro, allí donde sea preciso, en los parlamentos o en los juzgados. "El Estado en toda su plenitud está presente", manifestó el rey en otra ocasión. Lo ha estado en todo momento, a través de todas las autoridades y servicios frente a aquellos que quieren su disolución y ni tan siquiera reconocen los esfuerzos realizados. Solo les sirve de excusa la dimensión de la tragedia y que las ayudas no llegan nunca a la altura de las necesidades de quienes lo han perdido todo, pero el rey también recordó que hay quien tiene "dificultad de entender todos los mecanismos con que se gestiona la crisis", un reconocimiento de que no resulta fácil, ni para los gestores más cercanos, ni para los de la Administración central hacer frente a la tragedia, aunque cada vez con menos descaro comienzan las acusaciones cruzadas entre la Generalitat y el Gobierno que hasta ahora se habían mantenido en un perfil bajo. Los reyes, en su visita a Paiporta han sido víctimas de los bulos y de la labor de desinformación de gente muy experta en la materia.
Ha habido otras palabras que demuestran que el rey tiene enemigos incluso entre los que dicen defender la monarquía, pero que en realidad quieren acabar con ella. Los llamamientos de los grupos de ultraderecha para unirse a las protestas no es una cuestión a echar en saco roto y menos si van acompañados de agresiones a los representantes del Estado. El Partido Popular socio de Vox en muchas instituciones debe andar con pies de plomo con sus malas compañías. Volcar la labor de oposición en una sola dirección, la de echar a Sánchez, a cualquier precio y de cualquier manera puede tener consecuencias imprevisibles a medio plazo.
Lo ocurrido en Paiporta es un síntoma de algo más profundo. No es la primera vez que la ciudadanía se enfrenta a una tragedia pero sí que las autoridades del Estado son tratadas de un modo insoportable.