Mar Jimeno

Tribuna Universitaria

Mar Jimeno


Movilidad universitaria

14/03/2024

Escribo estas líneas mientras practico una movilidad universitaria con motivo de la celebración de un concurso docente en otra ciudad de la geografía española. Los profesores universitarios tenemos gran elenco de actividades a desarrollar fuera de nuestra universidad de origen pero, sin lugar a dudas, la gran movilidad por excelencia la constituye la realización de estancias investigadoras en universidades y centros de investigación, especialmente de prestigio y extranjeros.

Precisamente esta última actividad es la que parece estar causando mayor encono, siquiera a la luz de la información sindical que habitualmente recibimos el profesorado, concitando además sentir unánime entre las diversas organizaciones sindicales. En efecto, la nueva regulación universitaria en aras de obtener la famosa acreditación a sendos cuerpos de funcionarios de profesorado (Profesor/a Titular y Catedrático/a de Universidad) contempla de forma específica como mérito evaluable la movilidad internacional y nacional mediante la realización de estancias de investigación en universidades y centros de investigación diferentes de aquel o aquellos en los que se presta servicios. No obstante, la mayor alarma en este sentido ha sido causada por la publicación del borrador de los criterios de evaluación por parte de la temida ANECA o Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación imponiendo una duración mínima de tales estancias.

Hay que aclarar que este criterio tampoco resulta absolutamente novedoso por cuanto ya era objeto de evaluación en el anterior sistema de acreditación, sin que sea además imprescindible ni antes ni ahora para alcanzar una valoración positiva. Pero en todo caso considero -y esta es aquí la que pretende ser mi aportación- que debería ser este mérito un must de toda carrera universitaria y así objeto, no de imposición lege ferenda, sino de asunción de motu propio en cualesquiera figuras contractuales y funcionariales de profesorado universitario. No en vano, los estudiantes de doctorado realizan ya movilidad para alcanzar la mención internacional e incluso la misma es igualmente practicada por los estudiantes de grado a través de los programas Erasmus; por tanto, qué menor mérito debería alcanzar su profesor o profesora. 

Afirmo así que la naturaleza del profesorado universitario debería incorporar per se la movilidad pues el propio adjetivo de universitario implica universalidad; de hecho, ambos términos participan de idéntica raíz y así, en suma, universidad adquiere la misma etimología que universo/universal (universitas/universus-a-um ). Ça va de soi, que dirían los franceses para indicar como 'lo uno conlleva lo otro'. Por tanto, lo extraño aquí es que, ante el riesgo de su ausencia, se crea deba imponerse como requisito 'obligatorio' -que, insisto, no lo es- para obtener la estimación de la solicitud de aptitud a fin de ejercer cualesquiera carreras académicas, especialmente y, en concreto, en su modalidad funcionarial. 

Aperta mens et spiritus, open mind, ahora tan de moda; esto es lo que proporciona una estancia investigadora en otro centro nacional y/o, aún mejor, internacional, muy necesario sino esencial en la vida académica de todo/a profesor/a universitario/a.