La Policía Local de Aranda de Duero ya ha comenzado a realizar los pertinentes controles de velocidad para asegurarse de que los conductores respetan los límites impuestos por la Dirección General de Tráfico (DGT) a nivel nacional: 20 kilómetros por hora en las vías que dispongan de una única plataforma de calzada, 30 kilómetros por hora para las calles con un único carril por sentido de circulación y 50 para el resto de vías. Aunque la normativa entró en vigor en mayo, los agentes apenas llevan unos días con el radar a su disposición. Tiempo en el que ya han detectado a un conductor que circulaba a 108 km/h en la avenida Aragón, lo que supone una infracción muy grave y la pérdida de seis puntos. A partir de 110 km/h se considera un delito contra la seguridad vial.
Diario de Burgos acompañó ayer a dos efectivos de Policía Local en esta labor, que ya efectúan durante cualquier día de la semana, a cualquier hora y, sobre todo, en las principales arterias de Aranda como son la avenida Castilla, San Francisco o Carrequemada por soportar una mayor densidad de circulación y, por tanto, más posibilidades de registrar accidentes.
Entre los ‘cazados’, un conductor que iba ayer por la mañana a 88 km/hora en la avenida Luis Mateos. Fuentes policiales subrayan que el objetivo de estos controles se centra en disuadir y prevenir siniestros. «Son actuaciones de prevención, se trata de concienciar ya que con esta bajada de velocidad se reduce a un 10% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello, así como la gravedad de las lesiones», apuntan, al tiempo que descartan que haya afán recaudatorio puesto que el radar se emplea en un vehículo rotulado de la DGT y no en uno de camuflaje.
Los controles se llevan a cabo en puntos fijos de poca duración, unos15-20 minutos, para evitar llamadas de atención en redes sociales. El radar aporta en tiempo real la velocidad a la que circula un vehículo, una imagen del propio coche, así como su matrícula, el día y la hora. Después, toda esa información se descarga en un pendrive que, una vez terminado el control, los agentes entregan en la oficina encargada de tramitar las denuncias. Cabe destacar que rebasar los límites de velocidad acarrea multas desde los 100 euros hasta los 600 euros, según los baremos establecidos en la ley de Tráfico y Seguridad Vial. Las infracciones graves o muy graves también llevarán aparejadas la pérdida de puntos del carnet de conducir: de entre dos y seis.
Más controles. El radar con el que cuenta la Policía Local de Aranda va instalado en el salpicadero, mientras que la antena, que actúa de cinemómetro, se encuentra en el paragolpes. Puede medir la velocidad de los coches que circulan en ambas direcciones y también afecta a camiones.
Asimismo, la Policía arandina se ha adherido a una campaña de vigilancia de la DGT que realizarán durante toda la semana, hasta el domingo, por lo que intensificarán los controles de velocidad en diversos puntos del municipio.