Acciones dignas de loas regionales

Ó.C.-A.B. / Miranda de Ebro
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El bombero mirandés David Moreno y la voluntaria del grupo canino de rescate María Soledad Santos celebran sus Medallas de Plata al Mérito de la Protección Ciudadana

El bombero mirandés David Moreno y la voluntaria del grupo canino de rescate María Soledad Santos celebran sus Medallas de Plata al Mérito de la Protección Ciudadana. - Foto: Ó.C. y DB

David Moreno | Bombero de Miranda

«Este es un reconocimiento a nuestra formación y al trabajo de todos nosotros»

David Moreno admite que no es una intervención fácil de olvidar. El cabo del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Miranda acudió el 2 de octubre de 2023 a las instalaciones de Montefibre por un aviso de incendio. «Ese día tuvimos tres o cuatro salidas», afirma el bombero, quien recuerda que cuando entró una llamada cerca de mediodía todo se puso en marcha. «Es una fábrica que está cerrada y eso nos llamó la atención, pero tampoco sabíamos muy bien dónde era», rememora el protagonista, quien se adelantó para saber cómo organizar el operativo. 

«Se estaba desmantelando la empresa y se prendió un horno eléctrico y el encargado se desplomó», explica Moreno, quien no tenía muy claro lo que podía ser «pero sí que sabía que el 80% de los infartos si no hay un desfibrilador no lo sacas y mientras llega, una RCP de calidad es muy importante».

Por eso, no dudo y se puso con el masaje, «porque en ese momento era lo importante», afirma. Cuando llegaron los compañeros trató de dar varias indicaciones y no se quitó hasta que llegó Policía Nacional y los servicios sanitarios. Aquel tampoco era un incendio de los habituales, «porque era una intervención delicada y podía estar afectada la instalación eléctrica y unos hornos», apunta Moreno sobre lo que ocurrió aquel día, en el que admite que de alguna manera tenía puesta su atención en el incendio, pero también en lo que sucedía con aquel hombre al que atendían los sanitarios antes de llevárselo al hospital.

Más allá de lo que ocurrió y la medalla recibida, «la primera del servicio», Moreno ensalza una de las labores que realizan cada día y que no resulta tan visible como las intervenciones en plena calle. Se refiere a la formación, horas de preparación para saber actuar cuando toca. En el caso de la RCP, valora que «es una cosa que parece sencilla, pero de hacerlo en un sitio a otro la calidad cambia» y también hay que tener en cuenta «la presión» que se siente en un momento, «porque cuando te pilla de sopetón te pueden venir los nervios en caso de que no lo tengas muy interiorizado», remarca el cabo del servicio, quien añade que «nuestra profesión cada vez incluye más actuaciones».

Moreno suma 27 años en el parque de Miranda y confiesa que esta medalla de alguna manera es un premio para todos. «Esta es nuestra labor y claro que da satisfacción, pero creo que esta medalla no es para mí, es para todo el servicio porque podía haber sido cualquiera», afirma el bombero, quien ensalza que «es un reconocimiento a nuestra formación y al trabajo de todos nosotros».

María Soledad Santos y 'Neska' | Asociación Grupo Canino de Búsqueda y Rescate Miranda

«Nada te puede hacer más feliz que salvar una vida y encima con la ayuda de tu perra»

El calor abrasador del mes de julio de 2024 disparaba el mercurio hasta rondar los 37 grados cuando el teléfono de María Soledad Santos sonó. Al otro lado de la línea, los familiares de un varón de 82 años que acababa de desaparecer en el municipio burgalés de Gayangos necesitaban la ayuda de la Asociación Grupo Canino de Búsqueda y Rescate Miranda, por lo que esta vecina de la ciudad del Ebro no lo dudó y acudió, junto a sus compañeros, al pueblecito de las Merindades. Allí se toparon con un enorme despliegue, formado por un sinfín de guardias civiles y un helicóptero, que rondaban los senderos, pero no lograban dar con el anciano. Siete horas de operativo fueron en balde, hasta que apreció la perra Neska y encontró al hombre con vida, muy cerca de un camino por el que habían pasado multitud de personas anteriormente.

Santos todavía se emociona hoy, tiempo después de esa intervención que le ha valido a ella y a su mascota una medalla de plata de la Junta. Eso sí, en un primer momento le costaba incluso interiorizar lo que había ocurrido, ya que «tuvieron que pasar horas, hasta la noche» para que se lo empezaran a «creer». Fue en ese instante, en el momento en que se dio cuenta de que su activación había sido esencial para encontrar a aquel varón, cuando vivió «un momento maravilloso» porque «nada te puede hacer más feliz que salvar una vida y encima hacerlo con la ayuda de tu perra, la verdad es que es algo increíble». Meses más tarde de lo ocurrido para esta mirandesa  la satisfacción resulta doble, puesto que, según narra, «ahora se siente un gran orgullo por traer una medalla para nuestro pueblo, pero sobre todo por lograr un reconocimiento para el grupo y también porque se pone en valor la labor que hacen los perros de rescate».

Precisamente, la presidenta de la Asociación Grupo Canino de Búsqueda y Rescate Miranda destaca que «hay un trabajo por detrás impresionante, es imposible hacerse a la idea de lo que se necesita para que un perro funcione de esta manera porque deben trabajarse muchísimos aspectos». Esto supone un recorrido largo, pero agradable, porque «se termina generando un gran vínculo entre el animal y la persona». Bien lo sabe tanto ella conla galardonada Neska como los otros siete componentes de la agrupación con los perros restantes Hiru, Byron y Odín, este último«jubilado» pero aún al pie del cañón porque se encarga de «la confirmación» si otro can da alguna indicación. Ese es el equipo de una agrupación «independiente y sin ánimo de lucro» que ve reconocida con una plata su labor cuando está cumpliendo trece años de actividad.