Un llanto inconsolable rasga el Cañón del Ebro

P.C.P. / Orbaneja del Castillo
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El «impresionante» dispositivo de búsqueda en Orbaneja del Castillo concluye con el hallazgo sin vida de Penélope R.G., una joven que se escapó de casa por la noche, tras volver «irreconocible» de la 'rave' de Ciudad Real

Un llanto desgarrador resuena en todo el cañón. Un joven baja desmadejado por el barranco del mirador. Las piernas tiran de él pero su mente sigue allí arriba. Cada pocos pasos, para y mira hacia lo alto, como esperando el milagro que, desgraciadamente, no puede ya ocurrir. Cuando llega al borde de la carretera, se funde en un abrazo con otro de los allegados de Penélope. Rotos de dolor, como todo el pueblo de Orbaneja del Castillo, solo pueden esperar a que rescaten su joven cuerpo sin vida.
Por ese mismo camino que acaba de deshacer el inconsolable chico han subido dos horas antes los bomberos del Parque de Burgos y los voluntarios del Valle de Valdebezana (Soncillo). La intuición, la experiencia y el profundo conocimiento de la comarca de uno de los suyos, Juan Carlos Chicote, les ha llevado a volver a peinar la zona en la que más se había buscado. Está convencido de que algo se les ha tenido que pasar por alto a los muchos profesionales y voluntarios que han buscado y rebuscado en la zona a la joven de 22 años que se marchó de su casa la noche anterior, en unas condiciones psicofísicas muy alteradas.

Los bomberos estacionan el vehículo junto al cementerio y se distribuyen en equipos para peinar la subida. Los de Burgos, con material especial para trabajar en altura, ascienden hasta el resalte del mirador, mientras que los de Soncillo patean a media ladera por parejas y en lateral. Avanzan despacio porque hay mucha maleza y no quieren dejar ni un rincón, por pequeño que sea, sin revisar. Hasta que finalmente uno de ellos da la voz de alarma y anticipa el final que nadie quería oír. Muy metido en el barranco, entre unas peñas y tapado por la vegetación, está el cuerpo sin vida de la mujer. Descalza y en pijama, como se escapó de su domicilio cuando un médico trataba de atenderla a requerimiento de su familia, que hizo todo lo humanamente posible por retenerla. Su padre, cuentan algunos testigos, nunca la había visto en ese estado. «No era ella», les decía. Todo apunta a que regresaba «irreconocible» de la gran 'rave' ilegal, la Big Fucking Party, que durante días se ha celebrado en el aeropuerto de Ciudad Real con la asistencia de unas 5.000 personas.

Labores de rescate del cuerpo de la víctima.
Labores de rescate del cuerpo de la víctima. - Foto: Alberto Rodrigo

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