La interrupción de las obras de rehabilitación de la Casa Salamanca hace ya nueve años ha salido cara al Ayuntamiento de Briviesca. Durante la pandemia se produjo el robo del cuadro eléctrico y de parte del cobre empleado en las instalaciones, un «material valorado en 137.000 euros», según aportan fuentes municipales. Con intención de ganar seguridad y de impedir a las palomas que entraran al inmueble, la corporación municipal liderada por el exalcalde socialista, Álvaro Morales, ordenó tapiar todos los accesos y ventanas, además de instalar bombas de agua en el sótano para achicar el agua acumulada, dos actuaciones que «no superaron los 3.000».
A falta de cinco millones de euros para concluir las actuaciones recogidas en el proyecto actualizado, por el que el municipio abonó 46.000 euros, el equipo de gobierno de José Solas no ha incluido ninguna partida presupuestaria para continuar con la reforma del edificio porque pretenden «presentar el proyecto a convocatorias de ayudas de otras administraciones» con el fin de conseguir financiación.
El futuro incierto del teatro pende de un hilo y todavía da que hablar entre los vecinos, que se preguntan por los 2,6 millones de euros que el PSOE prometió destinar a este proyecto hace dos años. En mayo de 2023, justo antes de que comenzara el periodo de campaña electoral, Morales, acompañado por la portavoz del comité electoral de su partido, Esther Peña, anunció que el Gobierno Central había «concedido una ayuda» destinada a la mejora del edificio. Sin embargo, «no vimos ese dinero porque nunca fue nuestro, fue una promesa vacía. Engañaron a la ciudad para ganar votos en las elecciones», aclara el regidor.
Los diputados Ángel Ibáñez y María Sandra Moneo solicitaron el 27 de diciembre de ese año «conocer la resolución o acto administrativo» por el cual el Ministerio de Cultura y Deporte concedió la ayuda, y también el «estado en el que se encontraba la tramitación» y la respuesta obtenida no se hizo esperar. «Los presupuestos generales del Estado de 2023 no recogen ninguna ayuda nominativa cuyo destinatario sea el Ayuntamiento de Briviesca para la financiación de los trabajos de recuperación y restauración de la conocida como Casa Salamanca», explicaron desde Madrid.
Ahora, 23 años después de que el exalcalde José María Martínez adquirió por algo menos de 3.000 euros (456.769 pesetas) el edificio de principios del siglo XX con vestigios del original, levantado en el mismo emplazamiento en el siglo XVII, presenta el mismo estado que hace casi una década con algunos desconches y pintadas en las fachadas. Un metro más arriba de la pared en la que cuelga la placa con el nombre de la calle -Santa María Encimera- y el escudo de la localidad se pueden leer unas letras escritas en tono gris por un vándalo que tuvo que trepar hasta uno de los balcones de la primera planta para dejar su firma.
Cambios en el proyecto. El arquitecto que redactó el antiguo proyecto, Francisco del Hoyo Santamaría, planteó la construcción de un teatro de 2.115 metros cuadrados de superficie total con un aforo para 464 personas con platea, anfiteatro, palco y preferente, y un acceso principal en la calle Santa María Encimera. En el interior planificó construir camerinos, ambigú, guardarropa, salas de ensayos y despachos. Si bien, algunos detalles finalmente fueron modificados, como la ampliación del número de localidades planteadas hasta las 500, baños en todos los pisos, subsanar los problemas en el sistema de calefacción al quedarse obsoleto y que el ascensor llegara hasta la última planta, donde adaptaron varios espacios para ser utilizados por las asociaciones de la ciudad.
Las actuaciones de construcción y consolidación de la estructura se ejecutaron en fases por casi tres millones meses después de la compra. El incremento del precio de los materiales engordó el presupuesto global hasta alcanzar los cinco, una cantidad «muy grande que solo podremos afrontar con subvenciones», recalca Solas.