Han sido varias las ocasiones en las que la Universidad de Burgos se ha dirigido a la Junta de Castilla y León para reclamar fondos con los que acometer el que se convertirá en su proyecto estrella dentro del complejo del antiguo Hospital Militar. Primero llamó a la puerta de la Consejería de Educación, pero ha sido finalmente la de Cultura la que parece haber atendido su demanda, según confirman fuentes de la institución académica, que avanzan contar con el «compromiso» económico de este departamento para acometer la rehabilitación de la deteriorada iglesia del recinto como centro cultural y lúdico, además de sede de distintos servicios que ofrece el campus local como las aulas de teatro y cine.
Desde la academia burgalesa se cuenta con esta partida para acometer la remodelación del templo, si bien aún desconoce la cuantía de la misma, aunque sí que tiene claro su presupuesto, que asciende a casi 1,7 millones de euros, tal y como recogen los pliegos de cláusulas técnicas redactados para licitar la redacción del anteproyecto y proyecto de ejecución de dicha actuación. Este trámite ya tiene adjudicatario, la empresa Enmepolis Novecento, con quien el rector, Manuel Pérez Mateos, tiene previsto reunirse próximamente para analizar la distribución de la antigua capilla y la aneja la residencia.
El coste de licitación es de 121.000 euros y su formalización se ha retrasado en el tiempo debido a que una de las firmas que se presentaron al concurso recurrió la resolución ante el Tribunal de Recursos Contractuales de Castilla y León (TARCYL), que rechazó la reclamación y, por tanto, pudo levantarse la suspensión de la adjudicación. La redacción del anteproyecto estará lista en 7 meses.
Bautizada como Ágora, la futura dotación, con más de 1.000 metros cuadrados de superficie construida, se transformará en escenario de eventos culturales como el Festival Escena Abierta, el Ciclo de Teatro Joven o las Noches del Clunia, además de acoger la sede del Coro Universitario y la Orquesta de la UBU, entre otros servicios. Estará abierta no solo al alumnado del campus, sino a la ciudadanía en general, contando con un espacio de comedor (cafetería), de descanso y de esparcimiento en su entorno.
Hace ahora dos años que el equipo de Gobierno de la institución hizo público su proyecto con la previsión de poder financiarlo a través de fondos europeos o del Plan de Infraestructuras de la Consejería de Educación, a la que reclamaba una mayor aportación para poder acometer esta intervención. Sin embargo, los meses fueron pasando hasta que en abril del año pasado los responsables académicos tomaron la determinación de, al menos, asumir con fondos propios la redacción del anteproyecto, que salió a concurso el pasado octubre con un presupuesto base de 151.000 euros.