No debería sorprender que en el conjunto de las provincias y comunidades autónomas más envejecidas del país el número de personas que han llegado a la provecta edad de 100 años o más sea superior que en el resto del país. Una mayor esperanza de vida (y de las mayores del mundo) debido a las mejoras sociales y a la implementación de políticas sanitarias de prevención ha hecho que en lo que vamos de siglo XXI se hayan quintuplicado en la provincia de Burgos quienes han celebrado tan alto cumpleaños. Y en comparación con el conjunto de España, también estamos en el top ten: en concreto, en el puesto octavo, con 75 centenarios por cada 100.000 habitantes, detrás de provincias como Soria (110), Zamora (98), Salamanca (96), Ávila (92), Ourense (91) y Palencia (89), singularmente todas (salvo una) provincias de Castilla y León. En la cola se encuentran Sevilla (15), Cádiz (14), Málaga (13), Melilla (13), Ceuta (13) y Almería (11).
En números redondos, el Instituto Nacional de Estadística dio a Burgos en 2024 un total de 272 personas de cien años o más (43 más que el año anterior) una cifra que, como decimos, no deja de crecer en el siglo XXI. Por sexos, son las mujeres las que con mayor facilidad siguen cumpliendo años: así, el año pasado fueron 222 frente a 50 varones; en el 2023, 189 frente a 40; en el 2022, 174 féminas y 37 hombres y en 2021, 166 y 29, respectivamente.
Esta nueva realidad demográfica que se viene consolidando en los últimos años está haciendo que cada vez más los súpermayores sean objeto de investigación para conocer qué factores son los que hacen que una persona sea tan longeva frente a otras y para dibujar un nuevo paradigma de cuidados y darle «vida a los años», como explica Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), entidad que ya trabaja para poner en marcha la segunda parte de su proyecto Registro Nacional de Centenarios, iniciado en 2011.
«El grupo de personas de, al menos, cien años crece anualmente en España y en proporción lo hace mucho más que cualquier otro, y de manera progresiva e imparable. Por ello, es imprescindible conocer la situación clínica y funcional de quienes componen lo que podemos denominar geroboom». En su momento, se hizo un pilotaje con más de 70 centenarios y la idea que tiene ahora la sociedad científica es la de retomar el proyecto y ampliar la información en busca de biomarcadores asociados al envejecimiento activo, «puesto que seguramente los centenarios de ahora no son exactamente los mismos que los de hace diez años», añade la médica. El objetivo final es identificar los perfiles que se pueden asociar con el envejecimiento saludable «para centrarnos en poner calidad de vida a los años».
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