Primavera de 2024, este es el plazo con el que trabaja la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para la finalización de los trabajos de sellado del sumidero detectado en la presa de Castrovido el año pasado y que obligó a paralizar la puesta en carga de este embalse que se inauguró en 2021 tras un largo y complejo proceso.

Desde el organismo de cuenca recuerdan que antes de definir la solución de sellado del sumidero se ha realizado un estudio de la geología de la zona y se han ejecutado una serie de trabajos de prospección del terreno, entre ellos, sondeos con extracción de testigos en la margen derecha del río Arlanza, que permiten conocer al detalle el comportamiento del terreno en lo relativo al flujo de agua.

Con las conclusiones de ese estudio y de los sondeos se ha adoptado la solución que los técnicos han considerado más oportuna para resolver el problema existente, «y que se encuentra ya en plena ejecución», afirman desde la CHD. La solución final, matizan las mismas fuentes, «consiste en la ejecución de unos trabajos de sellado, a lo largo del cauce del Arroyo Vaquerizas, que permitan que la escorrentía, una vez infiltrada en el terreno más superficial, se deslice sobre los mismos, acabando un alto porcentaje de esta escorrentía dentro del vaso de la presa».

Estas actuaciones, declaradas de emergencia, han sido autorizadas por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente dentro del proyecto denominado 'Obras necesarias en el vaso del embalse de Castrovido, término municipal de Salas de los Infantes, para garantizar la seguridad aguas abajo de la presa'. El importe máximo de los trabajos de sellado se ha fijado en 3,8 millones. 

Garantizar la seguridad. Los trabajos, informan desde el organismo de cuenca, se desarrollarán «principalmente» a lo largo de este año, por lo que confían, «siempre en función del resultado de los mismos y del comportamiento climático e hidrológico de la cuenca del Arlanza, que la puesta en carga de la presa pueda ser retomada una vez que dichas labores puedan garantizar la seguridad de la misma y comenzar la que se denomina fase de explotación del embalse. La fecha para iniciar ese proceso de carga está sin concretar, pero los técnicos han establecido que previsible coincidirá con el inicio de la primavera del próximo año.

El sumidero, que ya se ha comenzado a sellar, se detectó el año pasado durante el primer escalón de la puesta en carga de la presa, en concreto en la zona conocida como arroyo Vaquerizas, y la prioridad ahora es 'taponar' la fuga y comenzar a llenar el embalse para que cumpla los objetivos para los que se diseñó y construyó, es decir controlar las avenidas y garantizar al abastecimiento de agua.