ElAyuntamiento de Barbadillo delPez urge a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) la reparación integral de una escollera construida en el margen derecho del Pedroso a su paso por el municipio para prevenir las inundaciones y cuyo estado «deplorable» pone en grave riesgo la integridad de los vecinos y conductores que circulan por la localidad serrana, según denuncia el alcalde, Diego Cardero, muy preocupado ante la llegada del otoño y la posibilidad de una crecida del río.

El precario estado de esta protección, levantada en el año 2008 por la propia CHD, se ha agudizado en los últimos dos años. Su paulatino hundimiento ha provocado movimientos de tierra en la zona superior de la calzada y en los márgenes del río. «En la actualidad, apenas queda un montículo de piedras entremezcladas con la tierra del derrumbe y una destartalada talanquera a punto de desplomarse sobre el río», denuncian desde el Ayuntamiento. Una valla de obra con una cinta perimetral impide que viandantes o vehículos se acerquen demasiado, aunque temen que no sea suficiente para impedir una desgracia.

«El estado actual de la escollera es un riesgo para todos, por lo que hemos solicitado en el pasado mes de junio a la Confederación que inicie las reparaciones pertinentes de la misma con carácter urgente antes de que inicien las lluvias y suba el caudal», detalla Cardero.

El regidor de Barbadillo del Pez entiende que se trata de un elemento imprescindible para minimizar el riesgo de inundaciones ante una crecida del Pedroso, además de retener los sedimentos, ramas y piedras que arrastra el río, dada la cercanía de las viviendas. Razona Diego Cardero que no se la puede considerar innecesaria ahora, puesto que la situación de este afluente del Arlanza, que cruza la localidad también conocida como Valdepez, no ha variado prácticamente en 16 años, y tampoco los motivos por los que el organismo de cuenca actuó entonces. 

Por último, el alcalde opina que si en 2008 fue la Confederación quien decidió financiar la ejecución de dicha escollera, debe asumir ahora su reparación. «Se trata de una competencia de la administración que gestiona el río que no puede ser sufragada por el Ayuntamiento con los escasos recursos de los que dispone», recalca.