Les habían dicho que, una vez se concluyeran las obras en el entorno de la N-I a la altura de Rubena, la famosa fuente del pueblo, conocida como Fuente del Rey, sería restaurada. No en vano, para el pueblo es un manantial importante, forma parte de la memoria y la idiosincrasia de sus vecinos, por más que el paraje en el que permanece ya no parezca un oasis, como lo fue durante décadas. Sin embargo, parece que al final los vecinos de Rubena no verán arreglado este enclave. Al menos así se desprende de la respuesta que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha dado a una pregunta de los diputados burgaleses del PP. De un lado, asegura que la fuente se halla en terrenos de titularidad del citado ministerio. De otro, se subraya en los siguientes: que las aguas del manantial son "no potables" y que están "posiblemente contaminadas". Esto contrasta con el sentir de los vecinos de Rubena, que han consumido tradicionalmente estas aguas, que nacen en el entono de Olmos de Atapuerca, y que se ganaron la fama por ser ricas en hierro, hecho que beneficia a quienes padecen determinadas enfermedades. Además, su nombre está directamente relacionado con esta última cuestión, toda vez que se asegura que el mismísimo rey Alfonso XII gustaba de beber allí, y de ordenar que se llevaran tinajas por doquier cada vez que pasaba por Burgos, de ahí que ostente tan 'monárquico' nombre.
Hace ya más de dos años que los vecinos de Rubena denunciaron que las obras viales habían secado la fuente, a la que se tiene un inmenso aprecio en el pueblo. La reordenación vial la dejó, de entrada, aislada (para acercarse a ella hay que dar un rodeo de aúpa), y seca. Desde el ministerio los justificaron argumentando que el movimiento de tierras había sido intenso, y que esta circunstancia podía afectar al manantial, si bien existió siempre el compromiso de rehabilitarla una vez finaliara la actuación. La idea, según se dijo entonces, pasaba por que si no volvía a salir el agua de forma natural, se realizaría una captación de un pozo cercano y se entubaría hasta la Fuente del Rey, toda vez que se trata del mismo manantial, aunque ese pozo mane unos metros más arriba. El proyecto de la obra dejaba claro, eso sí, que la fuente iba a quedar entre una vía de servicio y la Nacional-I, aunque también es verdad que un principio se cargaba directamente la fuente, hecho que fue modificado a última hora. El Ayuntamiento de Rubena ha insistiro reiteradamente tanto a la empresa como al Ministerio que su obligación es dejar arreglada la fuente y acondicionado su entorno. Así que la respuesta que se ha registrado en el Congreso de los Diputados se está sintiendo como una puñalada.
En el estudio Las aguas minerales como patrimonio hidrogeológico histórico de la provincia de Burgos, firmado por José María Ruiz Hernández y José Angel Díaz Muñoz, del Instituto Geológico y Minero de España, se explica que la Fuente del Rey fue levantada en 1790 y que es mencionada en el 'Tratado completo de las fuentes minerales de España' del año 1853. "Sobre su situación se decía: la fuente de agua mineral llamada del Rey, está situada a un tiro de bala de la población, a la derecha del camino real, y tocando con él. Y en cuanto a su composición se mencionaba que: el Dr. Bonifacio Gil y Rojas , ilustrado médico titular de la ciudad de Burgos, ha practicado en 1849 un análisis de esta agua… correspondiendo por su temperatura a las frías y por su composición química a las ferruginosas carbónicas. De sus usos e indicaciones también se escribía: Se usan solo en bebida y en chorro. La temporada es de 1º de mayo a fin de septiembre. Acreditado este manantial en el siglo anterior por la curación de un canónigo de Burgos que padecía de mal de orina, arregló esta fuente el Ilmo. Sr. Arzobispo de Burgos D. José Rodríguez de Arellanos, que también experimentó alivio en enfermedad análoga".
En Rubena, además, aún tienen muy reciente la dolorosa tala de unos bellísimos tilos que escoltaban la fuente y que eran un orgullo para el pueblo, toda vez que se hallaban en el conocido como Camino Real de Francia. Aquella tala indignó sobremanera a los vecinos, que llevan años trabajando por reforestar el entorno con especies autóctonas. Tan es así, que en el momento de la tala se estaba cogiendo la genética de estos históricos árboles, largamente centenarios, para poder repoblar con ellos mismos.