Un arma de doble filo, pero con más pros que contras. Así se valora el Cercanías entre Alsasua y Miranda en la economía local, donde ven que la balanza se inclina hacia lo positivo, sin olvidar que la línea tendrá dos direcciones. «Tenemos que estar con las orejas tiesas», resume el representante de los hosteleros Pepe Rey, quien apela como el resto a la necesidad de aumentar la competitividad. La clave está en sumar frecuencias en 2025 con Vitoria, una ciudad de más de 250.000 habitantes que cuenta con atractivos que también pueden atraer a mirandeses.
En la Cámara de Comercio su vicepresidente Gerardo Martínez apunta que «es algo beneficioso, pero lo que tendremos que hacer es ponernos las pilas y hacer cosas que llamen la atención». El representante amplía las ventajas a todos los pueblos de la línea, pero reconoce el peso de la capital alavesa por su número de habitantes y añade que «por proximidad somos casi como un barrio que gusta y eso tenemos que aprovecharlo».
La visión coincide con la hostelería, donde consideran que el sector a nivel local está en «un gran momento», defiende su presidente, quien destaca que «ojalá tuviéramos más conexiones con otras ciudades, porque tenemos un gran eje ferroviario pero no se aprovecha». Lo echa en falta en el día a día y en la parte más turísticas, que puede tener su mayor potencial con los restaurante estrella Michelin. «La verdad es que nosotros sobre todo en el Erre de Roca recibimos casi todos los días algún cliente de Vitoria», apunta el reconocido chef Alberto Molinero, quien matiza que por cifras de habitantes, la unión «siempre nos va a aportar más, porque Vitoria es muy potente y tenemos más que ganar».
«Todo lo que sea mejorar las conexiones está bien», afirma Sonia Araico, la presidenta de los comerciantes de Acecaa, quien remarca que «no es quitar o no clientes, el tema es que la gente se mueve y eso viene bien». En los negocios de Miranda ven desde hace un tiempo que la gente de Vitoria cada vez viene más a comprar, «por lo que esto lo pondrá más fácil», y añade que con los problemas de aparcamiento del centro estas alternativas de transporte público suman.
Respecto a lo laboral, «también puede ser positivo», matizan en la Cámara, donde Martínez destaca que «en mi empresa tenemos un 8% que es de Vitoria». Eso lo extrapola a sectores en los que Miranda puede aprovecharse de Vitoria para captar talento. También hay riesgos, ya que los suelos altos de Álava pueden perjudicar, aunque el vicepresidente opina que «si queremos gente buena, pues igual tenemos que pagarla».
En la entidad también remarcan la posibilidad de mejorar el atractivo de residir en Miranda «porque se va a tener más accesible una ciudad grande».En este sentido, en la agencia Kar apuntan que «no estamos en la situación de convertidor en una ciudad dormitorio», ya que no hay tanta demanda de vitorianos en busca de un piso en a orillas del Ebro. Por último, en el ITM su directora Sonia Ortiz reconoce que «este año tenemos alumnos de Vitoria» y creen que la cifra puede aumentar si hay más facilidades.