Juan Francisco Lorenzo

Pensar con los ojos

Juan Francisco Lorenzo


Rehabilitación

22/04/2024

Trabajan con las manos, como si estuvieran en un taller de artesanía y, aunque no son propiamente restauradores, se dedican a restaurar lesiones que van surgiendo en el tránsito de la vida por obra y gracia del azar, de un traspiés o de alguna cirugía de esas que siendo supuestamente curativas, dejan secuelas en el camino. 

Por comparación, al estilo de lo que sucede en las buenas bodegas, estos artesanos consiguen que sus visitantes ganen grados de movilidad al igual que la uva transforma en su proceso de maduración el vino peleón en joven, el joven en reserva y, con tiempo, temple y buen trato, hasta puede convertirse en gran reserva o, lo que es lo mismo, siguiendo con el símil bodeguero, alcanzar la recuperación completa. Para ello, hace falta también que el proceso asiente en una buena barrica. 

Pero no va hoy de vinos la cosa que un servidor sabe poco de esto, sino de reconocimiento a esos profesionales sanitarios del Servicio de Rehabilitación del HUBU que, cada día con sus manos, su propia tecnología, su paciencia y su buen hacer, ayudan a tantos a recuperar lo que han perdido: restauran músculos atrofiados, articulaciones perezosas, tendones lesionados, piezas de nuestro cuerpo a las que no damos suficiente importancia hasta que pierden su función y limitan nuestra vida con lo que eso conlleva.

Pero ahí están ellas y ellos, trabajando sin prisa, silenciosamente, atentos, concentrados en su tarea en apariencia sencilla, pero precisa y eficaz para recuperar la función, la movilidad o la estabilidad perdida, que no es poco. 

Y, en ese contexto, no sólo recuperas alguna función orgánica, no sólo se hace drenaje venoso o linfático sino que el pack incluye un añadido drenaje emocional basado en la palabra, en la escucha, en que no eres identificado con un número de habitación de hospital sino con tu nombre, y llamas también por su nombre a la persona que te trata: una rareza en estos tiempos donde la cercanía en la asistencia está de rebajas.

Vaya desde aquí mi agradecimiento y reconocimiento a esas personas y a su trabajo, a Rocío, Maribel, Charo, Mar, Teresa… a todos los que pululan por allí y a los médicos que les dirigen. Gracias compañeros, hacéis un gran trabajo.