Gavi regresa a 'casa'

Diego Izco (SPC)
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Logró su primer tanto del curso (más asistencia) en la competición que le coronó como 'MVP' en 2023

El de Los Palacios abrió el marcador en la semifinal contra el Athletic Club. - Foto: Pedro Nunes (Reuters)

Algunos futbolistas «regresan» y otros «van regresando». Es la diferencia entre irrumpir a lo grande o hacerlo con dosificador. Es el caso de Gavi, dueño de una rodilla nueva a quien Hansi Flick va dando minutos con ese cuentagotas que necesitan quienes vuelven de una larga recuperación. Volver a educar una articulación tan determinante para un futbolista es cuestión de tiempo, y presenta en los jóvenes una paradoja: los tejidos se recuperan a mayor velocidad, pero el pelotero veterano ha convivido mucho más tiempo con ella y la reeduca pronto. «Le costará» fue la frase elegida por muchos traumatólogos para describir el retorno del 'seis' azulgrana a la alta competición después de una rotura de ligamento cruzado anterior y menisco de su rodilla derecha. 

En esta era digital, las nuevas estrellas viven muchas cosas en muy poco tiempo. En lo que un mediocampista de élite hacía toda su carrera hace unos años, a Pablo Páez Gaviria ya le ha dado tiempo a tocar la gloria, bajar a los infiernos y resucitar. Y todo perfectamente documentado: desde su irrupción entre los 'mayores', las botas sueltas y la lengua apretada contra la mejilla, la convocatoria de la polémica con España (su dorsal '9', los 'ladridos' contra Luis Enrique… y la exhibición del muchacho en la Liga de Naciones como respuesta a todas las dudas), el Kopa y el Golden Boy de 2022, la evolución, el liderazgo impropio de un 'mocoso' de 19 años, su grave dolencia (aún cojeó durante unos minutos, probándose sobre el césped en un España-Georgia, como si el primer crujido hubiera sido solo un mal sueño)… y el regreso. 

Ese día fue el pasado 20 de octubre. El Barça jugaba ante el Sevilla y en el minuto 83, ya con el duelo sentenciado a favor de los blaugranas, Gavi sonreía nervioso en la banda. El cartelón mostró el número de Pedri, que le ofreció el brazalete de capitán en su salida, y el Lluis Companys estalló de euforia. «Llevo soñando con este momento muchos meses. He echado de menos jugar a fútbol. Es mi vida. Lo peor es ver a tu equipo desde fuera, es duro. Estoy muy agradecido a todos porque me lo han hecho mucho más fácil. Me siento muy afortunado», confesaba al final del choque. 

Paulatinamente, el chico de Los Palacios va integrándose en la competición. Son 423 minutos en 15 partidos, poco más de 28 por duelo, lo que refleja perfectamente el plan conservador de Flick: «Es un gran chico y un jugador muy importante para nosotros», decía con cariño el alemán, dueño de un descomunal grupo de centrocampistas de corte ofensivo: de Gavi a Pedri, pasando por Olmo, Fermín e incluso Pablo Torre, que en apenas 87 minutos de juego ya le ha dado al Barça cuatro goles y tres asistencias. 

Su jardín

La semifinal ante el Athletic fue su tercera titularidad de la temporada y no era un partido cualquiera: Gavi estaba en su competición fetiche. La Supercopa de España fue su primer título como profesional, y guarda como un tesoro el recuerdo de aquella final de 2023 (1-3 sobre el Real Madrid) en la que se convertía en el futbolista más joven (18 años y 163 días) en marcar en un partido de la competición y, además, dio las dos asistencias a Lewandowski y a Pedri. 

El pasado miércoles repitió hito: tanto y pase de gol. Abrió el marcador a los 17 minutos y filtró el pase con el que Lamine Yamal liquidó al Athletic. Y se acordó de mirar a la grada para festejar su diana con una dedicatoria a Olmo, que lo ha pasado mal en este proceso sellado con la 'cautelarísima' del CSD. Y le dio tiempo a tener un rifirrafe con Yuri… el animal competitivo ha regresado con nueva rodilla pero con el hambre de siempre. Hay futbolistas a los que hace falta mucho más que un  ligamento roto para frenarles.