Las organizaciones Ecologistas en Acción y Grenpeace han pedido una reunión extraordinaria del Comité Asesor -del que ambas forman parte- del Consejo de Seguridad Nuclear para abordar la solicitud de reapertura hasta 2031 de Nuclenor, titular de la central nuclear de Santa María de Garoña porque consideran que se está incurriendo en una "falta de transparencia" en este proceso.
Además, ante la solicitud de ampliación de la vida útil de Garoña hasta los 60 años de vida útil, ambas entidades reclaman un Estudio de Impacto Ambiental.
Así, recuerdan al organismo regulador atómico que debe atender a su solicitud en virtud del Convenio de Aarhus y de la Directiva Europea de Seguridad Nuclear, que establecen el derecho a la información y participación de la ciudadanía en procesos como el de Garoña.
En este sentido, añaden que el artículo 45 del estatuto del CSN permite al Comité Asesor recabar la información que considere necesaria para mejorar la transparencia del organismo nuclear e incentivar el acceso a la información y la participación ciudadana.
"Como miembros del Comité Asesor del CSN exigimos una reunión extraordinaria para velar por la transparencia en el proceso de reapertura de Garoña", ha declarado el portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón.
Castejón ha subrayado que la función fundamental del comité asesor es "orientar" al CSN en tareas de comunicación y transparencia por lo que cree que no hay mejor ocasión que el estudio de las exigencias de Garoña, una cuestión que "genera enorme expectación social".
La solicitud de Endesa e Iberdrola para ampliar la vida útil de Garoña hasta el 2 de marzo de 2031 significaría conceder a la nuclear 20 años más de vida útil a una central diseñada para una explotación comercial de 40 años, cumplida en 2011. Las organizaciones ecologistas recuerdan que la decisión de reapertura implicaría una extensión de las actividades que puede tener graves efectos sobre el medio ambiente.
Al mismo tiempo, han solicitado a los Ministerios de Industria, Energía y Turismo, y de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la información relativa al trámite de información pública, así como un proceso de Evaluación de Impacto Ambiental para la posible prolongación del ciclo de vida de la planta de Burgos.
"El proceso de Evaluación de Impacto Ambiental exige, entre otras cosas, que se comparen alternativas. Garoña no podrá demostrar que es una alternativa limpia, segura y más barata que las energías renovables", ha concluido Raquel Montón, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace.
Finalmente, ha manifestado que esta planta atómica es la más antigua de la Unión Europea y que los riesgos que conlleva su "reapertura" suponen riesgos de gran envergadura que "bien merecen ser conocidos por la ciudadanía antes de que los organismos oficiales decidan prolongar su vida útil.