Sabinares: inmersión en la prehistoria con arqueología en vivo

B.A. / Burgos
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El proyecto de Ángel Rojo y Policarpo Sánchez llevará al visitante por una nueva senda temática hasta los yacimientos, donde se intensificarán los trabajos de excavación y se multiplicarán las prospecciones

Ángel Rojo y Policarpo Sánchez confían en obtener muchas más respuestas bajo el suelo del Abrigo del Estillín, desde donde se divisa Cueva Millán. - Foto: Alberto Rodrigo

La riqueza prehistórica del Valle del Arlanza se está abriendo paso y parece infinita. Las campañas dirigidas durante los últimos años por Policarpo Sánchez y Manuel Ángel Rojo, investigadores de la Universidad de Valladolid, han servido para situar como referentes en la península a tres de sus yacimientos, ubicados en Hortigüela, y para describir una nueva tradición cultural, la Arlanziense. Lejos de dejar que su trabajo se quede en interesantes y aplaudidas publicaciones, ambos han apostado por ir más allá y liderar un proyecto de gestión integral del patrimonio prehistórico dentro del Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, al que han denominado Arqueo Sabinares. Con un presupuesto total de 300.000 euros, 223.000 subvencionados por la Junta de Castilla y León y el resto aportado por los Ayuntamientos de Hortigüela y Santos Domingo de Silos, tienen previsto realizar hasta junio del próximo año intensas campañas de excavación en tres de ellos, prospectar otros dentro del espacio protegido, musealizarlos y crear una senda interpretativa para sumergir al visitante en la prehistoria, entre otras acciones. 

Investigación, divulgación y promoción se dan la mano en esta iniciativa, «que fusiona el patrimonio arqueológico y el natural, que integra ciencia y difusión, conservación y sostenibilidad para dar forma a una oferta turística singular en un entorno natural privilegiado», explica Manuel Ángel Rojo, que califica a la prehistoria como «un pata importante dentro del Parque Natural», al que dotarán de contenido gracias a esta iniciativa y con el que van de la mano. «Y la idea es que cuando esté terminada la Casa del Parque podamos exponer el material hallado en ella». 

El compromiso de ambos va más allá de querer indagar sobre el pasado para «crear relatos» de lo que allí sucedió hace siglos, también tiene un carácter social. «Es muy interesante poder llevar la investigación al destino final, que es el público», afirma Sánchez. Por eso, durante los próximos meses, adecuarán un aparcamiento junto a la carretera que comunica Hortigüela con San Pedro de Arlanza, en la senda que conduce hasta los Riscos del Estellín. Ese kilómetro de subida, al cobijo de los cortados que el paso del tiempo ha perfilado y bajo el vuelo de los buitres, supondrá también «una experiencia completa de inmersión en la prehistoria» para el visitante. «Se colocarán paneles informativos en todo el recorrido y se explicará la flora y fauna de aquella época, por ejemplo, con esculturas de algunos animales. Para que, paso a paso, en esta senda peatonal el visitante pueda ir descubriendo cómo era esto antes», explica el investigador.

Al final del recorrido se toparán con el Abrigo del Estillín y Cueva Millán. Ambos yacimientos, separados por unos metros y claves para explicar tránsitos diferentes, se musealizarán con el objetivo de hacerlos visitables mientras continúan en su interior las labores de investigación. Los hallazgos en el primero de ellos han permitido documentar un momento fundamental de la prehistoria europea, con la llegada de las primeras comunidades agrícolas y ganaderas a la península hace 7.500 años y que terminarían por remplazar a los cazadores recolectores. 

Liderado por la Universidad de Valladolid, la Junta, Hortigüela y Silos lo subvencionan


El segundo, Cueva Millán, entraña otro paso, el del Paleolítico Medio al Superior y supone un remplazo biológico, entre los últimos neandertales y los primeros sapiens, hace unos 40.000 años. «Ambos convivieron durante un tiempo, se aparearon y tuvieron descendencia. Puede que ese momento sucediera aquí», cuenta Sánchez, quien explica que una escena formada por varias esculturas que reflejen esa convivencia descrita se colocará al fondo de Cueva Millán, de la que se retirará la cubierta (para colocar una más funcional y pequeña) y las vallas actuales, lo que permitirá tener una espectacular vista desde ella y acercar al turista hasta el mismo yacimiento. «La visita puede ser libre o guiada. Quien pague podrá acceder más adentro y recibir más información». 

Esta puesta en valor de los yacimientos se hará de forma paralela a las campañas de excavación en el Estillín, Cueva Millán y Cueva La Ermita, que probablemente se alarguen hasta otoño; y de prospecciones por todo el parque natural, «para tratar de saber por qué el Valle del Arlanza alberga este tipo de hallazgos que tienen que ver con momentos claves de la evolución humana», resumen.