Mi calle. Lone Star.
Hace un par de días la asociación de comerciantes del barrio de Santa Catalina anunciaba la puesta de marcha de una página web creada con el fin de promocionar la ruta de los murales que desde hace unos años embellece este populoso barrio arandino.
Aparte del incalculable valor artístico de los murales que conforman esta ruta, lo más importante de esta iniciativa, que muestra en sus fachadas coloridos trazos de la historia local reflejados de manera magistral por artistas de reconocido prestigio, como Nano Arribas, Christian Sasa o Lula Goce, es la ilusión que está generando entre los vecinos del barrio, que ven cómo poco a poco el barrio está recuperando vida, se vuelve más alegre, más habitable, más humano.
Esta ilusión acompaña a la reciente aprobación del Plan especial del área de regeneración urbana, que afecta a casi 200 viviendas del barrio, que van a ver mejorada su eficiencia energética y su habitabilidad.
Ya solo falta que el mercadillo, tantas veces prometido y tantas veces paralizado, sea una realidad y que dentro de poco podamos pasear entre puestos de artesanía, de productos locales, de artículos de ocasión o de material de coleccionismo, para hacer unas compras mientras recorremos la ruta de los murales y nos tomamos una cañita en alguno de los magníficos bares con los que cuenta Santa catalina.
Es un momento crucial para este barrio, que está viendo que los pioneros que ocuparon las primeras construcciones están dejando paso a nuevas generaciones que van a llenar de vida sus calles, sus parques y sus colegios.
Es el momento de dejar a nuestros hijos y nietos un barrio mejor que el que nosotros ocupamos. Para ello, estas iniciativas deben contar con el apoyo de todos.
Y por supuesto, debemos felicitar y agradecer a los comerciantes del barrio por este generoso y arduo trabajo, que nos demuestra que con ilusión y unión, todo se consigue.