La Real Academia Española define pericia como la sabiduría, práctica, experiencia y habilidad en una ciencia o arte. Esa habilidad y destreza a la hora de desarrollar una actividad, máxime si se trata de la búsqueda de una persona mayor que se ha escapado de un centro de día, es capital para que el operativo termine con final feliz.

Los Bomberos de Burgos demostraron ayer que, además de sofocar incendios, están muy bien entrenados para actuar en situaciones límite en las que no todo el mundo sabe manejarse de forma correcta. Benita, una mujer de 76 años y con cierto deterioro cognitivo, se escapó pasadas las 16:30 horas del centro de día de Carcedo de Burgos. La primera voz de alarma la dieron los propios trabajadores del servicio al no encontrarla en el interior del inmueble.

En pocos minutos se puso en marcha un amplio dispositivo que llevó a varias patrullas de la Guardia Civil y al helicóptero del Grupo de Rescate y Salvamento de la Junta de Castilla y León a rastrear in situ los alrededores del casco urbano. Algunos vecinos también se sumaron al operativo tras sorprenderse por el bajo vuelo de la aeronave, así como un grupo de ciclistas que no dudaron en cambiar su ruta planificada para aportar su granito de arena a la causa.

La única pista con la que contaban los equipos de rescate era la de un vecino que creyó verla por las inmediaciones del cementerio. Nada más. A pesar de los esfuerzos de los empleados públicos, estos no lograban dar con ella. En este punto, una de las furgonetas con cuatro bomberos del parque de la capital que se encontraba rastreando el terreno optó por ascender a lo alto de la urbanización Valmoral para tener una visión más amplia del entorno.

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