La dirección de Incarsa ha recapacitado y ha presentado a los trabajadores de Burgos una propuesta que salva 27 de los 44 puestos de trabajo con que cuenta el matadero, cuando su posición inicial era la de despedir a todos los empleados por causas económicas. Ahora bien, para ello la empresa pide a la plantilla que acepte una mayor flexibilidad de jornada, con dos horas más de trabajo al día. La pega es que los responsables de la firma quieren avisar el mismo día acerca de si se amplía la jornada en ese tiempo.

Desde CCOO, que tiene mayoría en el comité de empresa, valoran la modificación de los planes iniciales de la empresa, que pasaban por  un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que implicaba el despido de todos los empleados. Sin embargo, el sindicato no está en principio de acuerdo con que la notificación para hacer dos horas más se haga en el mismo día, «porque amenaza la conciliación familiar de los trabajadores». «Para recoger a los niños del colegio o para cualquier obligación doméstica el empleado tiene que conocer con más antelación si tiene que ampliar jornada, a fin de organizarse en casa», sostiene la misma fuente. La próxima semana continuarán las negociaciones entre la parte social y la empresarial. Los representantes de los trabajadores prepararán una contraoferta que presentará a la dirección den los próximos días.

El expediente se presenta tras unos años en los que el matadero ha sufrido periódicas crisis laborales y despidos en unas instalaciones que entraron en funcionamiento en Vilalonquéjar hace 48 años.

La noticia causó sorpresa en el ámbito sindical y también entre aquellos que han trabajado en unas instalaciones que tomaron el relevo de la actividad del antiguo matadero municipal en los años 60.
CCOO informó que Incarsa justifica el ERE por causas económicas. Viene precedido de unos años en los que la situación laboral en el matadero ha atravesado diferentes conflictos periódicos por despidos, por expedientes de regulación temporal, huelgas y por la polémica externalización de parte de su actividad a una empresa de trabajo temporal con sede en Portugal.

Incarsa ofrece servicio de matadero, sala de despiece, almacén frigorífico, transformación y comercialización a los ganaderos y carniceros de Burgos y provincia. Es una actividad que ha sufrido cambios importantes en los últimos años, empezando por la manera de adquirir productos cárnicos en los grandes formatos comerciales.

En su día, el capital de esta sociedad estuvo participado por todos los carniceros con comercio en Burgos y en estas instalaciones se sacrificó ovino, bovino, porcino, conejos y aves procedentes de las explotaciones de la provincia.