La incertidumbre en torno a los problemas estructurales en la presa de Castrovido sin fecha definitiva para su puesta en funcionamiento de forma regular, tras la necesidad de sellar el sumidero, ha pesado más que los posibles beneficios de ejecutar el proyecto para conducir el agua de la presa a la futura estación depuradora y garantizar así la potabilidad del suministro a Salas de los Infantes.
Así lo han considerado todos los grupos políticos del Ayuntamiento que han aprobado por unanimidad desestimar el proyecto de captación desde el embalse, que tampoco tiene cuantificado el coste de mantenimiento y su repercusión en los vecinos, y retomar la ampliación de la actual red de canalización hasta el arroyo Valdierre en Vizcaínos, así como la sustitución de las actuales y obsoletas conducciones de fibrocemento que abastecen a Salas, un proyecto del año 2000 que acabó desestimando la Junta de Castilla y León.
La resolución con ambas propuestas del Pleno salense tiene como destinataria la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, a quien el Ayuntamiento demanda retomar la colaboración para hacer efectivo el cambio de las tuberías, tal y como se está haciendo en otras localidades del entorno, como es el caso de la vecina Quintanar de la Sierra, donde ya está adjudicado el proyecto.
El abastecimiento actual a Salas se alimenta de dos captaciones, la principal es, precisamente, el sistema de conducción de 14 kilómetros de tuberías de fibrocemento, una obra del año 1967, desde el manantial de los caños, en Vizcaínos. Las deficiencias de las tuberías, con continuas roturas, hizo que el Consistorio salense solicitara en 2000 a la Junta financiación para la sustitución de las mismas. Inicialmente, la Administración regional avaló el proyecto comprometiendo el 90% de coste; sin embargo no se llegó a ejecutar y la Junta optó por desprogramar esa actuación y financiar una segunda captación que se ejecutó en 2008, con la construcción también de un nuevo depósito, para suministrar a Kronospan, que solo se utiliza como apoyo puntual a la traída de Vizcaínos por sus altos niveles de hierro. Fue por esta circunstancia que en 2019 la actual Corporación quiso retomar la sustitución de la conducción de fibrocemento y ampliar la red en 4 kilómetros al arroyo Valdierre, en Vizcaínos, cuya calidad del agua es excepcional.
La Junta no contemplaba retomar esa ampliación, sino la instalación de una depuradora con captación en Castrovido. De hecho, el Ayuntamiento inició en diciembre pasado los trámites de ese proyecto, abriendo el periodo de alegaciones para autorizar el uso excepcional de suelo rústico y completar la ampliación. Los problemas en el sumidero de la presa y la desconfianza en los plazos de su sellado, han dado un vuelco en las expectativas del Consistorio, que saca del cajón la ampliación de la captación y recaba la financiación de la Consejería de Medio Ambiente para ejecutarla y cambiar las tuberías.