El atasco en algunos servicios municipales explica que en este momento haya en el Ayuntamiento de Burgos al menos ocho o nueve ordenanzas pendientes de modificar. La falta de medios personales está detrás de que el cambio de algunas de estas normativas se haya ido aplazando para atender otras prioridades y en otros casos sí parece que su aprobación en el Pleno puede ser más o menos rápida. El Gobierno en minoría del PP deberá, necesariamente, trabajarse los apoyos del PSOE o de Vox para sacar adelante en este 2025 asuntos tan relevantes como las subidas de las tasas de basuras y de aguas o la renovación de la polémica ordenanza de terrazas. No son las únicas, ya que aún está pendiente actualizar el texto que regula los precios públicos de las instalaciones deportivas, renovar la de Animales de Compañía, la de Movilidad, la de Ocupación del Dominio Público o la de Drogodependencia.
La modificación de la ordenanza de terrazas parece que puede ser la primera en aprobarse, ya que esta misma semana el vicealcalde y concejal de Licencias, Manuel Manso, detalló que el equipo de Gobierno había alcanzado un acuerdo con la Federación Provincial de Hostelería (se suavizan las sanciones) y solo faltaba que el PSOE y Vox, o al menos uno de los dos grupos, de luz verde para que se pueda llevar al Pleno ordinario de este mes de febrero. Aún quedará, eso sí, renovar la ordenanza fiscal que regula estas ocupaciones en la vía pública, ya que se ha quedado obsoleta.
La modificación más importante de todas las ordenanzas que sigue pendiente es, en cualquier caso, la que regula la tasa de basuras ya que Ley de Residuos y Suelos Contaminados obliga a los ayuntamientos a que antes del 8 de abril esté actualizada la normativa fiscal que garantice que el coste del servicio se sufraga con los recibos de los contribuyentes.
En el caso de Burgos, lo que se sabe hasta la fecha es que el Ayuntamiento deberá recaudar alrededor de dos millones de euros más al año para alcanzar ese equilibrio. Yeso pasa necesariamente por subir el recibo. A esta situación se llega porque se ha encarecido el contrato de basuras, porque se ha incrementado el coste del depósito de residuos en el vertedero o porque a lo largo de los próximos años va a haber que pagar un canon millonario para sufragar la renovación del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Cortes.
El PP ya se ha pronunciado en contra de esta subida a la que obliga el Gobierno de Pedro Sánchez (allí donde el servicio es deficitario), pero al mismo tiempo reconoce que está forzado a cumplir lo que le exige la Ley. ¿Estarán dispuestos el PSOE o Vox, desde la oposición, a asumir el desgaste político de secundar el incremento de este recibo?
Las instalaciones deportivas no pueden ser más caras para los no empadronados
La única salida que se ve posible para que salga adelante es la que anunciaron el PP y Vox hace unos meses de subir la tasa para cumplir con el mandato legal y, al mismo tiempo, rebajar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o cualquier otro tributo para compensar el incremento del recibo de basuras. Eso sí, aquel planteamiento se realizó antes de la ruptura del Gobierno de coalición y está por ver si se mantendría aquel escenario.
En Aguas no parece que vaya a haber problema para subir la tasa, ya que el PP y Vox ya dieron su voto a favor en la Sociedad y ahora solo tendrían que confirmarlo en el Pleno. No parece, en cualquier caso, que los populares tengan mucha prisa.
En el caso de los precios públicos de las instalaciones deportivas, lo que se tiene que cumplir es una sentencia del Constitucional que no permite que se cobre más a una persona que no está empadronada. Además, hay que cumplir con el mandato del Pleno de que las bonificaciones de las pistas sean iguales para el fútbol que para el rugby.
Pendiente sigue la regulación de la ordenanza de ocupación del dominio público (para, por ejemplo, clarificar los elementos que un negocio puede sacar a la calle), la de Animales de Compañía (para adaptarla a la Ley de Bienestar Animal) o la de Movilidad si es que es cierto el mensaje del equipo de Gobierno de se quiere atender la demanda del comercio para que se implante una zona rosa o naranja en Gamonal y se habiliten los primeros aparcamientos en rotación en el barrio.
El problema al que se enfrenta el Ayuntamiento es que en algunas áreas falta personal para poder atender estos asuntos sin dejar otros de lado. Eso se nota de manera más concreta en el Órgano de Gestión Tributaria y Tesorería, ya que es ahí donde se trabajan las ordenanzas de índole fiscal.