Adiós a 'Bienve', la diplomacia del equipo de Gobierno

Á.M. - J.M. / Burgos
-

El concejal Bienvenido Nieto fallece tras una larga enfermedad• El funeral se oficiará hoy en el tanatorio San José (15.45 horas)

Bienvenido Nieto (i.) charla con sus compañeros Ana Lopidana y Salvador de Foronda antes de un pleno. - Foto: Valdivielso

Las últimas apariciones de Bienvenido Nieto en el Salón de Plenos obligaban a quienes se cruzaban con él a sostener el tipo. La enfermedad que le aquejaba comenzaba a ser evidente, pero eso, para él, no obstaba para llegar (como casi siempre) el primero y dedicar esos minutos de descompresión a preguntar a los demás, a todos, por la familia, el trabajo y la vida en general. Si todo iba bien, él estaba bien. Si a ti te iba bien, él contento.

No quería, en aquellos días, hablar de nada que no resultara constructivo, que no levantara el ánimo o que no provocara una sonrisa. Eso es un hecho. Pero también lo era que peleaba contra una dura enfermedad que ayer terminaba con la noticia de su fallecimiento tras un año apartado de la vida pública, lo que provocó un sincero dolor en buena parte de la sociedad burgalesa.

Los ámbitos de la política, de la educación y del deporte, a los que estaba muy vinculado, se pronunciaron de forma unánime al resaltar la condición humana y profesional del concejal, por cuyo fallecimiento el alcalde, Javier Lacalle, ha decretado para hoy una jornada de luto oficial en la que los edificios municipales lucirán las banderas a media hasta en señal de duelo.

El edil en el despacho de Instalaciones Deportivas.El edil en el despacho de Instalaciones Deportivas. - Foto: Patricia Bienvenido Nieto llegó al Ayuntamiento de Burgos en 2003 de la mano de Juan Carlos Aparicio, con el que fue durante sus dos mandatos (2003-2007 y 2007-2011) responsable de Educación y Deportes. Desde 2011, con Javier Lacalle al frente del Consistorio, asumió la Concejalía de Relaciones Institucionales, Promoción Deportiva y Educación.

Licenciado en Ciencias de la Educación Física y el Deporte, durante 42 años ejerció la docencia y los 12 últimos, además, dirigió los colegios Hispano Argentino y Venerables. De hecho, únicamente compatibilizó su trabajo con la acción política durante dos años. El director provincial de Educación, Juan Carlos Santillana, recordaba ayer el día en que le pidió personalmente que asumiera el mando de este centro educativo ya que «suponía un reto en tanto que se hacía en el centro histórico».

Lo asumió y el resultado de su gestión fue inmejorable. Destacó que le conoció primero como alumno, después como compañero en su etapa como maestro, de la que tan orgulloso se sentía, y finalmente en el ámbito político. Presume, como tantos, de «haber gozado de su amistad» durante muchos años.

También en el mundillo del deporte local dolió la pérdida de Bienvenido Nieto. Por su pasado como entrenador de las categorías inferiores del Burgos Club de Fútbol, como directivo de la Delegación de Burgos en la Federación y por su relación con los equipos de elite y de base durante su etapa en el Ayuntamiento. El presidente de la Federación de Castilla y León de Fútbol, Marcelino Maté, explica que «era una persona muy querida por todos; ha sido una pérdida importante para el fútbol burgalés». En el mundo de los toros, el que fuera presidente de la Peña Taurina durante tantos años, Miguel Ángel Salinas, recordaba «su gran afición» y «el apoyo» que les prestó en todo momento. Su imagen en el callejón de El Plantío era un clásico de los Sampedros, pañuelo al cuello y sonrisa perenne. Menos, claro está, cuando la faena no rendía.

Un político diferente. El alcalde expresaba en una carta abierta que Bienve, como le llamaban propios y ajenos, «dejaba huella allí donde iba», destacando su  «optimismo desbordante». «Es difícil encontrar a alguien que no le tuviese cariño, es casi imposible encontrar enemigos suyos. Has sido un gran colaborador, una persona entregada siempre a tus responsabilidades municipales, a las que dedicabas todas las horas del día y tantos y tantos fines de semana», escribía Lacalle en la tarde de ayer. Al final de la misiva, muy emotiva, el regidor aseguraba que «Burgos te debe mucho y no dudes que te estará siempre agradecido».

Su elegancia, su exquisita educación y su simpatía también provocaron los halagos de sus rivales políticos. De hecho, Bienve era la diplomacia del equipo de Gobierno, alguien que entendió como pocos que la mejor forma de desarmar al ‘enemigo’ es no declararle la guerra. Son recordados, por ejemplo, sus debates en el Pleno en defensa de una plaza de toros multiusos, ilusión que siempre contó que quería ver realizada.

El líder del PSOE en el Ayuntamiento, Luis Escribano, destaca su «talante dialogante y respetuoso», su «decidida entrega a la ciudad» y su «ilusión» por ser representante municipal. Porque sí, a Nieto le gustaba ser concejal, pero no cualquier concejal. Jamás buscó hacer de la política carrera, se recuerda su peculiar protocolo (siempre se dirigía, en público y en privado, al «señor alcalde», y jamás a Juan Carlos o a Javier) y no existe periodista o ciudadano que encontrara una mala respuesta suya. Una rara avis, sin duda, pero muy valiosa.

Por su parte, el exalcalde Juan  Carlos Aparicio, muy afectado por la muerte de Bienvenido Nieto, destacó que siempre fue «un ejemplo de honestidad, lealtad y servicio público». «Uno de sus principales rasgos fue la bonhomía. Se le podía ver triste, pero nunca enfadado», añadió.

El funeral por Bienvenido Nieto se oficiará hoy a las 15.45 horas en el tanatorio de San José de la capital burgalesa, después de que ayer se trasladara su cuerpo desde la capital de España, donde falleció tras una larga enfermedad a la que puso la única cara que tenía: la buena. Al adiós asistirán los muchos amigos que deja dentro y fuera, como el alcalde de Cabra (Jaén), José Rubio, regidor socialista con el que estrechó relaciones a través de su devoción al Santo Cristo de Burgos.

Padre de tres hijos, abuelo de otros tres nietos, charro de nacimiento («y a mucho orgullo», puntualizaba) y burgalés de pro, las palabras más repetidas ayer fueron para recordar a Bienve como «una buena persona». Un buen hombre menos, un vacío más. Inolvidable.