Se calcula que hace entre 90.000 y 100.000 años que en el entorno de la Sierra de Atapuerca no nacía un bisonte (bison priscus). Los actuales bison bonasus (bisonte europeo) son sus descendientes, viven generalmente en los bosques y actualmente apenas quedan de esta especie unos 6.000 ejemplares en todo el mundo. La otra especie que persiste en el bison bison o bisonte americano, que pasta preferentemente en las grandes llanuras de EE UU, Canadá y México.
La fecha del 23 de mayo de 2018 es, por tanto, histórica para el proyecto Paleolítico Vivo que se desarrolla en los montes de Salgüero de Juarros, donde también se han introducido uros y caballos salvajes. Aquí acaba de parir Charlotte, una bisonte hembra que llegó procedente de Alemania, concretamente del parque de Kropp, en la segunda remesa de esa especie que desembarcó en la provincia hace ya un par de años, junto a Mocho. Ambos son los padres de África.
La cría ha pesado unos 25 kilos y ayer, apenas unas horas después de nacer, ya se mantenía en pie y buscaba a su madre para que la amamantase. Se le ha bautizado como África, un nombre que estaba decidido si era hembra como homenaje al continente que es la cuna de la Humanidad, como bien explica Eduardo Cerdá, presidente de Paleolítico Vivo, que añade que si también estaba decidido el nombre si era macho, Félix, en honor a al gran naturista pozano Rodríguez de la Fuente, por quien Cerdá y toda la familia de Paleolítico y de Sierra Activa sienten gran admiración.
Ayer, los que apostaron por el proyecto de Salgüero, calificaban este nacimiento como un acontecimiento extraordinario para el entorno de Atapuerca. Además, destacan que el hecho de que sea hembra lo es aún más porque en un par de años o tres, ella misma estará en disposición de reproducir, garantizando la pervivencia de los bisontes en la Sierra. Charlotte, la madre, confirma Cerdá, era primeriza y no tendrá más de cuatro años.
La cabaña de bisontes en los montes de Salgüero está conformada por 4 hembras y 3 machos, a los que ahora se une la pequeña África, cuya presencia ayer no pasó desapercibida para su 'familia' de bison bonasus. De hecho, cuenta Eduardo Cerdá, que ya sufrió los primeros hostigamientos de los machos, lo que provocó la reacción de la madre de la recién nacida que tuvo que hacer gala ya de su espíritu protector, lo que se traducía además de en gestos cariñosos, en gritos, una especie de alaridos que hasta ayer no se habían oído en Salgüero. Por ese motivo, también se alerta a los visitantes que acudan a los montes de Salgüero para que mantengan las distancias y procuren no estresar a la pequeña bisonte, pero sobre todo a Charlotte, porque en estos momentos, se desconoce cuál puede ser su reacción. El presidente de Paleolítico Vivo destaca también la buena época del año en la que nace África con pastos verdes que procurarán a la madre buena y abundante leche para alimentarla hasta que ella misma se destete y busque alimento en el monte junto al resto de la manada. Y como suele pasar en la vida, ante de que uno se dé cuenta, África se habrá hecho adulta.