Más de uno que me conoce se ha extrañado verme en este rincón sin pronunciar una sola palabra de toros. Es cierto que hay muchos más temas de los que se puede hablar pero con los carteles encima de la mesa sí que creo que hay una buena razón para retomar la conversación taurina.

La empresa Tauroemoción los presentó oficialmente el pasado miércoles 24 de abril con una gala en la que participaron algunos de los protagonistas. Yo, sinceramente, uno de los grandes puntos a favor que le pongo a esta feria es que se haya vuelto a contar con dos profesionales burgaleses de la talla de Antonio Bañuelos y Morenito de Aranda. Creo que es un gran acierto. Pero así como veo su presencia como algo positivo, también veo el hueco que dejan Óscar Borjas y Jarocho y es inevitable pensar si de verdad no se puede hacer un esfuerzo para, sobre todo, ver al joven en el que la afición local tiene depositadas todas sus esperanzas.

Más allá de eso veo también con buenos ojos la inclusión de Morante, Roca Rey, Daniel Luque, Emilio de Justo, Enrique Ponce e Ismael Martín. Por los cinco primeros creo que Burgos se merece tener a los mejores. Por el último creo que nuestra plaza necesita volver a cobrar protagonismo, y una alternativa del nivel de Ismael Martín -uno de los novilleros más punteros- puede conseguir que dentro de unos años se hable de dónde se doctoró este joven torero. Grandes nombres como el propio Morante, El Yiyo o Ángel Teruel lo avalan.

En el apartado ganadero no me falta prácticamente nada. Valdellán con la terna que tiene llamará a la puerta de la curiosidad de muchos aficionados, Juan Pedro ojalá traiga una corrida que sea, por lo menos, la mitad de buena que la del año pasado, Román Sorando es posible que si le sale bien el cartel de figuras se consolide como un hierro de ferias, y a Bañuelos, como cada vez que lidia en su casa, se le desea toda la suerte del mundo. Los ingredientes están ahí, ahora solo hace falta que el plato salga bien presentado y con hambre de triunfo.