Con un amplio programa de actividades, la Universidad de Burgos comienza este mes a celebrar sus 30 años de vida, que incluye los nombramientos de varios doctores honoris causa, entre los que especialmente me alegra el que, a propuesta de la Facultad de Humanidades y Comunicación, recibirá el cantautor catalán Joan Manuel Serrat, símbolo de los valores que defiende la institución académica, en palabras del rector. La de Burgos se suma así a otras universidades españolas (Barcelona, Madrid, Elche, Lérida y Zaragoza) y de otros países como Argentina, México o Costa Rica que ya le reconocieron con su máxima distinción académica.
A sus 80 años, retirado de los escenarios y con una trayectoria artística de muchas décadas, Serrat recibirá en octubre el Premio Princesa de Asturias de las Artes, «cuyas canciones forman parte de la memoria emocional de varias generaciones», y «por su compromiso y defensa de la democracia y los derechos humanos», según recoge el acta del jurado.
Con un currículo plagado de galardones, traigo hoy el recuerdo de otros reconocimientos que ha recibido Serrat en la provincia burgalesa. Uno de ellos le acercó a Aranda de Duero allá por 1984, junto a Julio Anguita, el califa de Córdoba, donde recogió el premio 'Polluelo', que les concedió la asociación Antonio Machado. Años después, en la Plaza Mayor de Pradoluengo, Serrat recogió el premio 'Calcetín del Año', de la asociación Acro, «por su contribución a través de la música a difundir valores de solidaridad, democracia, tolerancia y paz». Allí el Nano se marcó una jota castellana e hizo gala de su buen sentido del humor al agradecer el cariño de los pradoluenguinos por otorgarle con ese Calcetín el premio de «ropa interior del año». «Otra cosa -añadió- es que me hubieran dado el premio de Percebe del Año en Lugo, el de Lechuguino del Año en Murcia o el de Cabrito del Año en Segovia».
Polluelos y calcetines aparte, el polideportivo municipal, el auditorio de la avenida de Cantabria y el Fórum Evolución, junto a otros escenarios de Miranda y de Aranda, han sido testigos durante décadas de las giras del cantautor, para el que, por motivos que ahora no vienen al caso, hace 40 años con el lema 'móntate en el tren de Serrat' se llegó a fletar un transporte especial a Miranda para llevar a los burgaleses de la capital a un concierto que ofreció en Anduva.