Una fuerte tromba de agua ha sorprendido a los conductores que circulaban entre Valladolid y Aranda de Duero por la Nacional 122 y por los tramos de la A-11 ya en funcionamiento. Las intensas lluvias caídas han arrastrado piedras y barro sobre el asfalto y han obligado a la Guardia Civil a cortar la circulación, después de que varios vehículos se vieran afectados. Todo apunta a que el tráfico tendrá que estar interrumpido varias horas, hasta que se consiga normalizar la situación en la Ribera.
El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Roberto Saiz, ha declarado la la situación 1 de la fase de emergencia del Plan de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones de la Comunidad Autónoma de Castilla y León (Inuncyl), debido a los daños registrados y al tiempo que será necesario para revertirlos. No obstante, se espera una evolución favorable.
La zona cero de la tormenta se sitúa a media tarde en Castrillo de la Vega, donde el agua ha entrado en varias casas. Un auténtico río con todo el agua que proviene de la zona de Campillo de Aranda cruza el pueblo y corta la travesía de la N-122, a la altura de la rotonda de acceso a la localidad ribereña.
Según informa la Dirección General de Tráfico, los problemas se extienden a lo largo de 12 kilómetros y afectan a ambos sentidos de la circulación. En la autovía están afectados del kilómetro 110 al 117, entre Fuentespina y Castrillo de la Vega, y desde ahí hasta el término municipal de Haza hay otros 5 kilómetros (del 275 al 280).
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha recogido en la estación de Aranda de Duero -la más cercana operativa- 23.6 litros por metro cuadrado en una hora, entre las 7 y las 8 de esta tarde, la mayor precipitación registrada hoy en toda Castilla y León.