El nombre de Óscar S.U. no sólo es ampliamente conocido entre los cuerpos policiales por su largo historial delictivo. En el penal burgalés también figura una larga lista de entradas y salidas de este hombre de 55 años al que todos llaman 'El Pistolas'. En la trena no es sumamente violento, pero sí lo son algunos de los hechos que previamente había cometido. Especialmente los dos últimos. Hace unos meses fue condenado a un año y nueve meses de prisión por amenazas y un delito de lesiones con objeto peligros. El martes, fue arrestado por asestar una puñalada mortal a L.A.F.T., con quien compartía techo en el número 50 de la calle Ruiz de Alarcón. Una agresión motivada, al parecer, por una discusión por un perro. La jueza que instruye este caso le volvió a mandar a la cárcel y le investiga por homicidio.
Si en la zona sur, donde habitualmente cometía sus fechorías este conocido delincuente, apenas causó sorpresa el crimen ocurrido en el barrio del Crucero, tampoco lo hizo en el centro penitenciario de la capital. Allí se ha pasado, entre unas condenas y otras, alrededor de unos diez años de su vida. La última vez que ingresó fue por robo y salió de allí en 2019. No tardó en volver a las andadas, pues unos meses después ocurrieron los hechos que le acarrearon una nueva pena de prisión y, posteriormente, una orden de busca y captura al no saber de su paradero.
En la cárcel burgalesa no le recuerdan especialmente violento, aunque muchos de sus delitos sí lo fueran. Antes de, supuestamente, matar de una puñalada a Luis A.F.T., estuvo a punto de agredir de igual forma a una mujer en plena calle San Pedro de Cardeña. La víctima salió de su portal para tirar la basura y, tras increparla y amenazarla, trató de clavarle un cuchillo de unos 20 centímetros de hoja. Por suerte, pudo zafarse y defenderse de las acometidas con un cartón.
Pero en su larga lista delictiva constan, principalmente, robos con fuerza en establecimientos o vehículos, así como trapicheos con drogas. Fuentes consultadas por este periódico le vinculan, por ejemplo, a delincuentes habituales de la ciudad.
Hasta el momento la investigación no ha permitido aclarar ni cuánto tiempo ni por qué Óscar S.U. se encontraba viviendo en el piso del número 50 de la calle Ruiz de Alarcón, propiedad de Luis A.F.T. Lo único que se ha podido esclarecer es que el pasado martes, sobre la 1 de la madrugada, se produjo una discusión entre ambos porque el cachorro de la víctima estaba «molestando» al agresor (...).
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